Abogamos por el derecho al libre desarrollo de la persona como un ser ético que puede decidir y actuar de manera inteligente y responsable. La política debe garantizar el espacio de libertad que precisan los seres humanos.
La libertad abarca derechos y obligaciones. Quien exige libertad para sí mismo debe reconocer la libertad de sus semejantes.
El ser humano sólo se desarrolla en comunidad. Entendemos que el ejercicio de la libertad individual sin asumir responsabilidad hacia sí mismo y su comunidad es éticamente imposible. Rechazamos el falso concepto de individualismo a costa de los demás.
Deseamos fortalecer el sentido de la responsabilidad y del bien común, de las obligaciones y las virtudes cívicas. Para ser realidad para todos, la libertad requiere ser acompañada por la justicia social.