Caracas, 1 de diciembre de 2014.- La cláusula del contrato colectivo marco 2014-2016 del sector público sobre la milicia obrera causa ruido: la palabra voluntario no se incluye en el texto. “Se abren las puertas para que ese servicio militar sea obligatorio para más de 2 millones de obreros y funcionarios estatales”, alertó Servando Carbone, directivo de Fentrasep, Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público.
El sindicalista afirmó que la milicia viola el convenio 87 sobre libertad sindical de la Organización Internacional del Trabajo que prohíbe la intromisión de los gobiernos en los sindicatos. “Lamentablemente, dirigentes de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores impulsan esa figura militarista”, añadió.
Fuentes allegadas a la mesa de negociación del contrato marco, que solicitaron no mencionar sus nombres, admitieron que la cláusula no incluye el término voluntario, pero “no es para alarmarse porque el espíritu de la milicia es que los trabajadores se inscriban por su propia iniciativa, sin presiones”.
Carbone informó que vía electrónica enviaron a la OIT la queja sobre la intención del gobierno de imponer la estructura militar en los centros de trabajo para desplazar y anular a los sindicatos. También sostuvo que los dirigentes en servicio activo en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana deben renunciar a sus cargos como directivos de las organizaciones sindicales.
Antonio Rodríguez, del sindicato de Industrias Diana, estatizada en 2008, aseveró que la milicia se justifica como instrumento de vigilancia en procesos productivos estratégicos en coordinación con las organizaciones sindicales tradicionales.
Negó que los milicianos sean utilizados como fuerza de choque contra los trabajadores, pues no portan armas. “La milicia es para defender a la patria y apoyar en los desastres naturales”, argumentó, y agregó que actualmente 2.500 trabajadores son milicianos.
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