Caracas, 6 de noviembre de 2014.- Para el vicepresidente de Planificación y Conocimiento, Ricardo Menéndez, el aumento salarial de 15% anunciado el lunes pasado por el presidente Nicolás Maduró servirá para reducir la pobreza de dos a tres puntos porcentuales en el corto plazo. Sin embargo, no todo el mundo es tan optimista con respecto a los aportes que el nuevo sueldo mínimo de Bs.4.888 pueda traer a la economía venezolana.
Una de las voces disidentes es la del economista e investigador de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Ronald Balza, quien afirma que el Banco Central de Venezuela (BCV) debe publicar las cifras más recientes de inflación antes de que se proceda a efectuar algún pronóstico con respecto a los índices de pobreza.
"Para uno poder hacer todas estas estimaciones necesita tener la información, y el Gobierno no la está publicando regularmente", afirmó el también profesor universitario.
Según cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) la pobreza en Venezuela aumentó 6,1 puntos porcentuales el año pasado, ubicándose en 27,3%. La data no mejoró en el renglón de pobreza extrema donde se registró un incremento de 2,7 puntos porcentuales, para un resultado final de 9,8% de la población viviendo en condiciones extremas.
Traducidas en habitantes, las cifras del INE indican que período de un año 1,79 millones de personas pasaron a vivir en condiciones de pobreza y 733 mil en condiciones de pobreza extrema.
No todos suman
Para Balza es muy poco probable que un incremento de 15% ayude a aliviar esta situación, en parte porque el aumento no beneficia a todos los venezolanos.
"40% de la población está en el sector informal de la economía y dentro del grupo de personas en situación de pobreza extrema el sector informal es importante. El salario mínimo no es un factor relevante, por lo menos en ese sector", afirmó.
La economía formal tampoco está exenta de este problema. Según el analista tanto el sector privado como el público tienen deficiencias en materia de compensaciones que vayan de la mano al incremento del sueldo mínimo.
Balza también duda sobre la posibilidad de mantener unos eventuales resultados positivos. "Incluso si como dice Menéndez la pobreza fuese a caer 2%, cosa con la yo no estoy de acuerdo, tengo que preguntar por cuánto tiempo porque estamos en un proceso inflacionario que no apunta a que se vaya a detener", afirmó.
Según sus estimaciones, para el año que viene el Gobierno va a tener que hacer el ajuste cambiario que se pospuso este año, va a tener que reconocer el incremento de los precios debido a la escasez y va a tener que revisar el precio de la gasolina en caso de que los precios del petróleo no se recuperen.
Par el experto estos cambios son peores para quien menos tiene. "La inflación está afectando a todos los sectores porque todos los precios están subiendo de manera simultánea, pero en términos de la satisfacción de sus necesidades de alimentación y los precios que deben pagar, siempre son los sectores de menores recursos lo que llevan la peor parte", señaló.
Peligroso 2015
En paralelo, el incremento de 15% trae consigo un problema adicional que Balza considera como una "amenaza para 2015", y es que el incremento salarial no fue incluido en el Presupuesto Nacional del próximo año. Tampoco fueron incluidos los próximos aumentos salariales, pese a la estimación de 30% de inflación hecha por el propio Gobierno.
"Tú no puedes aumentar el salario mínimo y no presupuestarlo. No puedes suponer que va a haber inflación el año que viene y que no va a haber incremento del salario mínimo, porque no vas a tener como pagar ni el salario, ni las pensiones de la seguridad social", explicó.
Ante este panorama, Balza prevé que el gobierno va a tener que recurrir a créditos adicionales (65% del total de créditos adicionales autorizados hasta octubre de 2014 fue destinado a pago de sueldos y pensiones) o solicitar financiamiento monetario, una medida que potenciaría la inflación.Vacas flacas
El 15% de incremento también pierde fuerza frente a la caída del precio del petróleo y al efecto que esto pueda tener en los planes sociales financiados en gran parte por petróleos de Venezuela (Pdvsa).
El las últimas semanas miembros del alto gobierno han garantizado la estabilidad de dichos programas sin importar que tan bajo llegue a estar el precio de la cesta petrolera venezolana. Sin embargo, Balza recuerda que la austeridad en el llamado "gasto social" no es algo nuevo para el oficialismo.
"En el 2009 cuando cayeron los precios del petróleo, Pdvsa que era la que financiaba las misiones y transfería una gran cantidad de recursos para inversión en el Fonden redujo su contribución de más o menos 17 millardos de dólares a 6 millardos de dólares", recordó. El analista prevé que la situación se repita si las circunstancias lo demandan, afectando así al 27,3% de pobres que tiene el país.
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