Caracas, 26 de octubre de 2014.- Las restricciones en la venta de productos considerados de primera necesidad para la población se expanden y ahora las cadenas de farmacias fijaron cuotas para la venta de productos para la higiene personal, así como en alimentos y otros rubros de consumo masivo.
Este modelo replica los lineamientos fijados a través del Sistema Biométrico mediante el cual se estableció un control en la venta de 23 categorías de productos que pueden ser comprados de forma semanal, en las cantidades que el Ejecutivo nacional ha fijado en conjunto con el sector privado.
Además los establecimientos advierten a sus clientes que para comprar cualquiera de esos productos es obligatorio presentar la cédula de identidad laminada, y ser mayor de 15 años.
Las empresas argumentan que el objetivo de dicha medida es "contribuir con el abastecimiento de productos y medicamentos para todos los clientes", mientras que el Ejecutivo nacional ha señalado que la medida busca frenar la extracción de productos que luego se revenden con sobreprecio en el mercado informal, modalidad que ha denominado como "bachaqueo".
Adicionalmente hay una oferta de productos que es escasa y que obliga a las empresas del sector privado a fijar cuotas en la venta de esos productos al consumidor.
Jean-Marc Francois, director de la firma Retail Audit, señaló que las limitaciones se han originado como una medida de las empresas para garantizar que los productos lleguen a sus clientes naturales, con restricciones que no coartan el consumo de la población.
A su juicio, las cuotas fijadas en la venta de rubros como champú, acondicionador, pañales, toallas húmedas, crema dental, papel higiénico, azúcar, café, harina precocida, entre otros, están por encima del consumo promedio de los hogares.
Agregó que las restricciones derivan de la escasez que a su vez es consecuencia de las medidas económicas actuales.
"La escasez es el resultado de Cadivi, SADA, SICA, la Sundde, regulación de precios y el Sicad I y II. Son restricciones que afectan a uno o más actores de la cadena de suministro. El más afectado va a interrumpir la cadena de suministro. Lo que hacen las cadenas limitando las compras es algo racional dentro del entorno que es consecuencia de las políticas económicas. Las medidas que está tomando el sector privado es para intentar sobrevivir", señaló Francois.
Señaló que para el sector privado es lamentable imponer cuotas a sus clientes. "Es contra natura y va en contra de la actividad económica".
"Más lamentable aún es que las cadenas minoristas no puedan adquirir todo el producto que su clientela requiere. Estas restricciones son consecuencia, y nunca la causa, de la escasez a la que está sometida la economía. Algo que ha venido sucediendo desde hace años a nivel mayorista (cupos de proveedor-minorista) finalmente está sucediendo a nivel de consumidor final", explicó el especialista.
Considera que es "alarmante" que las empresas no tengan acceso a las divisas que requieren para la importación de todos los insumos y materias primas que necesitan para continuar con su actividad, con lo cual disminuye la inversión para producir esos rubros en el país, sin incentivos ni seguridad jurídica para las empresas.
Calificó de absurdo que haya asociaciones de consumidores que pretendan exigirle a las empresas compensaciones por restringir la compra de productos.
Mercado sin reacción
Tras los recientes aumentos en los precios de los productos para la higiene personal y la limpieza del hogar, en el mercado no se evidencia una mejoría del abastecimiento de estos productos.
Al respecto, Francois señaló que esto se debe a que los aumentos fueron tardíos (dos años y medio sin ajuste) y no compensan las pérdidas que sufrieron las empresas durante el largo período de congelamientos de los precios.
Esta situación derivó en bajas en los inventarios que a su vez impactaron en la producción, que no ha podido reponerse a la velocidad que requiere la demanda.
Sin embargo, Francois estima que en las próximas semanas mejorará la oferta.
Fuente: El Universal