Caracas, 21 de diciembre de 2016.- De la improvisación y la irresponsabilidad al caos y la desesperación, así han transcurrido los últimos días en nuestra golpeada Venezuela, luego que el presidente de la República decidiera implosionar la economía nacional con sus anuncios retrógrados y mal intencionados.
Como si fuera un invento novedoso, Maduro informó en días pasados que, ante la existencia de presuntas mafias de lavado de dinero se hacía necesaria la sustitución del cono monetario actual para dar paso a la emisión de un nuevo papel moneda, sacando así de circulación el billete de 100 bolívares, nuestra más alta expresión efectiva para el uso comercial, siendo éste el más codiciado por las presuntas mafias.
Lo peor estaba, apenas, por venir...
El sábado pasado, Maduro se apresuró en dar una fecha límite para el uso, circulación y canje del conocido billete marrón a lo largo y ancho del territorio nacional, al tiempo que decretó el cierre de las fronteras para evitar el ingreso del papel moneda, proveniente de Colombia y Brasil, como medida preventiva contra las “mafias”.
Este anuncio desató la desesperación en la población que buscaba ingresar a sus cuentas bancarias la mayor cantidad de efectivo posible, de tal forma que este dinero no se quedara inútil en las gavetas o carteras. Tras un plazo de 10 días para depósito y/o canje, además la habilitación de unas 150 taquillas del Banco Central de Venezuela, en Caracas, de las cuales solo funcionaron 70, Maduro decidió reducir el lapso límite a solo cinco días.
La angustia, el caos y la desesperación no se hicieron esperar. Desde los estados Bolívar y Apure comenzaron a reportarse acciones violentas. Hordas de ciudadanos descontentos, tomaron la 'justicia' en sus manos, desatando olas de violencia, desorden y saqueos.
Urbes como Ciudad Bolívar, sufrieron las más fuertes consecuencias. Cientos de locales comerciales robados y destrozados, comerciantes agredidos y con saldos negativos, en sus ya reducidos e improductivos negocios. Ciudadanos agredidos, lesionados, amenazados y algunos al borde de la muerte. Hogares en peligro de ser violentados por el hampa y marcados por la desgracia.
Y mientras tanto, el Presidente desde su cómodo despacho, con la cara fresca y sin ningún tipo de preocupación, como si no estuviera enterado de nada, lanza un nuevo anuncio...
"Por sabotaje del Imperio los nuevos billetes no llegarán al país para la fecha pautada, se prórroga el uso y canje del billete de 100 bolívares hasta el 2 de enero, así como el cierre de las fronteras y la entrada en vigencia del nuevo cono monetario", palabras más; palabras menos.
Solo nos queda preguntarnos, ¿quién pagará las pérdidas que su irresponsabilidad provocó? ¿Quién dará cobijo a los venezolanos que lo vieron perder todo, gracias a su improvisación? ¿Quién rescatará a Venezuela de esta debacle económica en la que nos terminaron de hundir?
Solo nos queda seguir trabajando, uniendo fuerzas para alcanzar la Venezuela de progreso que tanto soñamos. Sigamos luchando.