Caracas, 12 de octubre de 2020.- El comisionado presidencial interino para la emergencia en salud y atención sanitaria a los migrantes, José Manuel Olivares, junto dos expertos, anunciaron este jueves el lanzamiento de una plataforma tecnológica para realizar autopsias verbales en Venezuela. La iniciativa busca establecer un registro de muertes en el país durante la pandemia, sea por causa del COVID-19 o producto de alguna otra enfermedad, especialmente si el deceso ocurre fuera de un centro hospitalario.
El diputado en el exilio, explica en rueda de prensa que el procedimiento consiste en el envío de un mensaje con la notificación del fallecimiento por WhatsApp al número +1(786)630-4956, de forma confidencial y segura, fuera de Venezuela. El sistema hará unas preguntas preliminares y luego el personal especializado contacta a la persona para realizar la encuesta conocida como autopsia verbal.
La información suministrada servirá para determinar si la persona falleció por el virus o por otra causa y dónde ocurrió. El parlamentario recalca que el proceso para levantar la información se hará con rigor científico. También se puede ingresar al enlace https://redcap.miami.edu/surveys/ para acceder a la encuesta.
“Es un sistema seguro, hay normas estrictas de privacidad, toda esa información será guardada en una base de datos segura y esos datos se usarán solo con fines de investigación. La recopilación y procesamiento de datos no son sencillos, hay decisiones que irán tomando los expertos para avanzar, quienes harán la encuesta son médicos formados por nosotros, el intermediario es una empresa privada de telemedicina”, apunta el doctor Jorge Hernández, analista de datos de la Universidad de Miami, miembro de médicos por la Salud y asesor médico de la organización Code for Venezuela.
Rigor científico
Se resalta que es una iniciativa que parte de médicos venezolanos y que el estudio también será hecho por venezolanos, con la asesoría en la recopilación de datos y análisis, de expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami. La información será compartida con científicos y epidemiólogos para que realicen evaluaciones independientes y con la ciudadanía.
“Este instrumento busca recabar información con rigor científico ante una terrible realidad que afecta a Venezuela que es la improvisación, la mentira y la manipulación de la información. Venezuela es el país con menos pruebas PCR, de 15 a 20 días se entregan los resultados”, cuestiona Olivares.
Asegura que a estas alturas no son creíbles las cifras de contagios y muertos por COVID-19 en Venezuela que suministra la administración de Nicolás Maduro. Hasta el 7 de octubre el país suma 80.404 casos de COVID-19 y alcanza 671 muertes.
“Tenemos la menor tasa de letalidad de América Latina según cifras oficiales, no más de 600 fallecidos, algo extremadamente por debajo de otros países de la región, sin explicación científica, ni epidemiológica. Nuestro monitoreo da cuenta de 1.412 muertes y sigue habiendo subregistro. No se puede controlar una pandemia con mentiras”, dice.
Exceso de mortalidad
El profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Miami y representante de la Asociación Venezolano Americana de Médicos (VAMA), Simón Angeli, hizo un llamado a los venezolanos que puedan aportar información a participar en el proceso.
“El confinamiento dificulta que los ciudadanos puedan trasladarse a centros de salud. Hay personas que fallecen por otras patologías, por enfermedades crónicas que no se pueden atender a tiempo, mueren fuera de los hospitales y no son contadas o registradas por organismos públicos, de allí la importancia de la autopsia verbal para poder tener este registro”, subraya.
Aclara que debido a la pandemia, los países están haciendo esfuerzos para registrar las muertes que ocurren bajo estas circunstancias, dado que los registros de muertes oficiales no son confiables. Indica que la autopsia verbal es un instrumento que se usa para evaluar el exceso de mortalidad que puede ocurrir en determinados momentos, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), organismo que ha dictado lineamientos sobre cómo usarlo en diferentes situaciones, entre ellas una pandemia.
Explica que el exceso de mortalidad se registra, comparando niveles históricos de mortalidad en los países, que en general son estables pero en pandemia aumentan significativamente por diversas situaciones. Añade que también es usado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ente que se ha pronunciado a favor de emplear este instrumento en América Latina y el Caribe, donde los registros oficiales no son tan confiables.
Divulgación
“¿Para qué queremos tener este registro? Permite conocer la realidad de la situación, las diferencias entre las regiones y anticipar los problemas que puede traer la pandemia, en muchos casos predecir cuándo pueden ocurrir esos decesos y en qué grupo etáreo o comunidad particular puede ocurrir este exceso de mortalidad. Los centros de salud pueden tomar medidas, son estadísticas importantísimas que cualquier Estado y comunidad debe conocer para hacer una vigilancia epidemiológica efectiva y evaluar el impacto de las medidas contra el Covid-19”, sostiene.
Insiste en que el éxito del registro depende de que la ciudadanía participe, así la persona haya fallecido por otra causa distinta al coronavirus, pues lo que se investiga es el exceso de mortalidad, muertes por causas asociadas a la pandemia, por ejemplo, personas que no fueron atendidas en hospitales por falta de capacidad, de insumos o equipos, o en el traslado.
“No se comparte la información hasta que haya pasado por un proceso riguroso de análisis, hasta que otros expertos independientes la evalúen, estamos empezando el proceso”, puntualiza.