Anzoátegui, 05 de julio de 2024.- A nadie sorprende que el gobierno diga que va a ganar las elecciones. Es parte de la campaña electoral, ningún candidato dice que va a perder, todos -hasta el corre "detrás de la ambulancia", para decirlo en términos hípicos- tendrá una narrativa triunfadora. Pero lo insólito y absolutamente irresponsable, es la carga de violencia en la retórica oficialista, sus acciones represivas, su infinita capacidad de mentir y un cinismo sin parangón.
Caracas, 16 de junio de 2024.- A Roberto lo conozco desde que tengo uso de razón. No era Monseñor. Ni pensarlo en el momento. Era el Padre Lückert –otrora líder de la juventud demócrata cristiana del Zulia–, descendiente de alemanes que fueron fundamentales en la construcción de nuestra idiosincrasia zuliana, como lo fueron los españoles, los italianos, los portugueses, los estadounidenses, los griegos, los colombianos y tantos extranjeros que llegaron al que era el primer puerto de Venezuela a desarrollar el comercio internacional.
Caracas, 10 de junio de 2024.- Si hace un año nos hubieran dicho que hoy tendríamos el viento a nuestro favor, algunos hubiesen dicho que era irreal. Para algunos, era imposible tener una líder nacional recorriendo el país, un candidato unitario ganador y “potable”, unos partidos políticos enfocados en lo electoral, un país entusiasmado y una dictadura que no termina de actuar.
Caracas, 11 de junio de 2024.- Este artículo es la continuación de uno publicado días atrás. Es la reconstrucción de las acciones humanas y políticas que hicieron posible el panorama de hoy. A pocas semanas de la elección presidencial, tenemos lo que hace unos meses lucía imposible: una líder nacional recorriendo el país, un candidato unitario ganador y “potable”, unos partidos políticos enfocados en lo electoral, un país entusiasmado y una dictadura que no termina de actuar.
Caracas, 06 de junio de 2024.- Decía Nelson Mandela que "la política debe ser la expresión más alta del espíritu humano”. Lamentablemente, nuestra realidad actual dista mucho de este ideal. En su lugar, asistimos a una degradación progresiva donde la mentira y la descalificación se erigen como herramientas predilectas, corroyendo los cimientos de la sociedad y sembrando las semillas de la desconfianza y el resentimiento.