Puerto La Cruz, 08 de octubre de 2013.- Año tras año, los padres y representantes enfrentan en el inicio del año escolar con la incertidumbre de cómo encontraran las escuelas luego del período vacacional. Una temporada en la que, a falta de personal de resguardo, las instalaciones enfrentan el deterioro del escaso mantenimiento y la visita de los amigos de lo ajeno.
Las escuelas municipales, no escapan de esta realidad. Este año las autoridades anunciaron la “Gotita de Amor”, un programa gubernamental que prometía la recuperación de las edificaciones escolares. Sin embargo, la gota no alcanzó para todos y el anhelo de regresar a un salón de clases con todas las comodidades al regresar de vacaciones, quedó en anuncio.
Es así, como la infraestructura educativa nacional, regional y municipal, presenta hoy en día, los niveles de deterioro más altos de las últimas décadas. Y ante la mirada indiferente de un Gobierno preocupado por sembrar ideología, más que por la calidad de la educación, la situación no promete mejorar.
Como muestra de esta triste realidad está la Escuela Básica Municipal Armando Armas Mogna, en el barrio Las Charas de Puerto La Cruz. Con una matrícula de casi 500 estudiantes, esta institución carece de comedor, cuenta sólo con dos baños, los techos de las aulas parecen coladores y las instalaciones deportivas, aunque inauguradas con bombos y platillos, quedaron reducidas a esqueletos y promesas.
La situación más delicada se presenta con el desbordamiento de las cloacas, generada por el colapso de los drenajes. Luego de tres meses de “peloteo” entre la Alcaldía de Puerto La Cruz e Hidrocaribe, los niños y niñas de la Escuela, deben soportar los olores y la insalubridad de estas aguas servidas.
Tomando en cuenta que cerca del 85% de las escuelas municipales en la ciudad porteña fueron construidas con anterioridad a la llegada de los gobernantes “revolucionarios”, es lamentable la demostración de indiferencia por parte de las autoridades quienes no han realizado las inversiones.