Caracas, 06 de septiembre de 2013.- Desde hace varios meses, a través de varias ruedas de prensa y espacios en los medios de comunicación social, hemos venido haciendo llamados de atención al Ministerio de Energía Eléctrica, dirigido por Jesse Chacón, para que no sólo se aboquen a solucionar las fallas del sistema eléctrico nacional, sino también a garantizar la iluminación de las calles de nuestra ciudad capital, pues la oscuridad es aliada del delito.
En las inspecciones que realizamos en las principales avenidas y comunidades de la parroquia Petare del municipio Sucre, hemos visto que cerca de un promedio de 40% de los postes de luz se encuentran totalmente apagados, lo que repercute negativamente en la calidad de vida de nuestro pueblo, pues se ven expuestos a la inseguridad con mayores probabilidades.
En definitiva, un poste apagado es un atraco seguro, pues los organismos de seguridad del Estado tienen más dificultades para actuar con este inconveniente. Aunque la mayoría de los ciudadanos saben que este es un tema que compete exclusivamente al gobierno central a través de Corpoelec, algunos aún lo desconocen y achacan la problemática a gobiernos regionales y locales. A pesar de las reiteradas denuncias no sólo nuestras, sino de los alcaldes de varios municipios de la capital, poco ha hecho la administración central para brindar una solución definitiva ante esta situación.
Avenidas como la Francisco de Miranda y Rómulo Gallegos, sólo por citar algunas de las más grandes que atraviesan el municipio Sucre, presentan fallas de alumbrado público desde hace un largo tiempo. La situación se expande a comunidades como Macaracuay, El Llanito, Palo Verde y Loma Alta. Hay ocasiones en que las luminarias son reparadas, pero es muy irregular, pues al poco tiempo vuelve la oscuridad.
Dirigentes vecinales de Petare también se han sumado a esta denuncia y constantemente reportan a Corpoelec los postes que están apagados en sus sectores, pero lamentablemente, pocas son las veces en las que son escuchados.
A pesar de no tener competencia en iluminación de calles y avenidas, el alcalde del municipio Sucre, Carlos Ocariz, ha venido desarrollando un programa de atención rápida a las comunidades a través del cual se dotan de reflectores a barrios y urbanizaciones para que iluminen las fachadas de sus edificios y casas, precisamente para que haya más seguridad.
A la fecha, se han entregado más de 700 luminarias en todo el municipio Sucre y los resultados han sido satisfactorios. Urbanizaciones como La California Norte, La Urbina, Urbanización Miranda, Palo Verde, Los Ruices, Macaracuay, Montecristo, El Marqués, así como los sectores populares José Félix Ribas, Campo Rico, Brisas del Zulia, 5 de Julio, La Luciteña, Píritu, Paulo VI y Barrio Bolívar, se han beneficiado con esta iniciativa.
"Querer es poder" y es lo que ha demostrado la alcaldía de Sucre llevando a cabo este programa. Sin embargo, los caraqueños debemos elevar nuestra voz de protesta y exigir que haya una solución definitiva a la abismal oscuridad que hay en las calles de nuestras comunidades. No se trata de política, sino de mejoras y tranquilidad para la gente.
Cuando Corpoelec ha resuelto situaciones, lo hemos reconocido. No tenemos ningún complejo en hacerlo. Le exigimos al Gobierno que en vez de ocuparse de los problemas de Siria, trabajen en resolver lo que nos afecta a los venezolanos y este tema es prioridad, pues se trata de la seguridad de todos. Organicen a las comunidades y escúchenlas. Eso sí, sin politiquerías, sino con real intención de beneficiarlas.