El vínculo inseparable entre economía y política social se demuestra en la necesidad de proporcionar ocupación estable y de calidad a la mayor cantidad posible de personas. La economía que proponemos es un paradigma de crecimiento incluyente afincado en aquellos sectores de la economía con mayor potencial para la generación de empleo.
Frente al empleo precario y de subsistencia, sostenido con el alfiler del gasto público, planteamos un empleo sostenible, digno y productivo, sustentado en el motor de la inversión privada.