Paraguaná, 13 de agosto de 2013.- Jaime Gustavo González Vargas la política lo tocó desde muy temprano. Siendo un niño, en el centro de Punto Fijo, ya se apuntalaba como un futuro líder.
“Cardoncito” nació el 11 de abril de 1980, hijo de un inmigrante libanés y madre zuliana, es el segundo de seis hermanos. Su niñez transcurrió en la calle Paraguay, entre Girardot y Zamora. “Calle de políticos”, refiere, de allí han salido diputados y otros funcionarios públicos.
Cuenta que a los 12 años hizo campaña a favor de la candidatura de Rolando Juvenal Mora a la alcaldía de Carirubana.
“Crecí un sector muy movido en política y yo me involucré desde los ochos años”, dijo quien a esa edad ya dirigía los juegos de pelotica de goma, trompo o carreras entre los otros niños. También organizaba las fiestas navideñas, el día del padre, de la madre y demás festividades.
Cuando su padre regresó a su país, su padrino y tío reemplazaron la figura paterna. “Fui un hijo muy protegido y amado por mi madre y mis tías Cristina e Isabel”, sostiene.
Entre sus recuerdos más gratos están las tardes en que Franco repartía pan entre la chiquillería que lo seguía por la calle Zamora.
Estudió en el kínder Belén; la primaria la compartió entre las escuelas Punto Fijo y Mene Grande, mientras que sus travesuras lo hicieron completar la secundaria entre los liceos Astillero, Pedro Manuel Arcaya, Industrial y Mariano de Talavera.
El profesor Alejandro Weffer lo expulsó siete veces de la Escuela Técnica Astillero de Carirubana no por mala conducta sino por ser demasiado inquieto, asegura.
Uno de los motivos de su expulsión fue por bañarse en la playa. A diferencia de sus compañeros, Jaime lo hizo desnudo.
A pesar de sus picardías de muchacho siempre le gustó el trabajo. “A los 12 años vendí empanadas y pastelitos en el centro. A los 14 años trabajé en construcción. También vendí muebles y bienes raíces”.
Su formación política fue de tendencia socialcristiana. Su mamá aunque no militaba era simpatizante del partido Copei.
Jaime no fue líder estudiantil porque pensaba que para serlo tenía que ser un alumno de “puros 20”, requisito que no cumplía. Esa visión la tenía por la admiración que sentía por líderes de la generación del 28, así como por la formación intelectual del presidente Rafael Caldera.
Sin embargo, desarrolló en el liceo Mariano de Talavera un activismo más operativo, como organizar murales, pintar los salones o arreglar pupitres.
En 1993 su familia fue objeto de embargo habitacional cuando se retrasó en el pago del alquiler. Durante un año su mamá no pudo salir de la casa por temor a quedar en la calle. Perdió su empleo. Un policía custodiaba el inmueble para que se cumpliera la medida. Él y sus hermanos se escapaban por el techo. El alcalde Mora veló porque no les faltara comida.
Decidió entonces, sin consultar a su familia, y a sus 13 años, ir a Caracas a exponer el caso al mismo presidente Caldera.
Montó cacería unos días y cuando vio el vehículo oficial se abalanzó. Como era un muchacho el presidente permitió que se le acercara. En menos de un mes se levantó la medida. Fue su primer triunfo político y algo que le marcó de por vida.
“Ese fue mi primer logro y pensé que todos tenemos derechos a una vivienda. Esas cosas me han hecho ser más ser humano, con los pies firmes en la tierra. Por eso ayudo a quien lo necesite, a quien no tiene para un pasaje o para comer. Yo entendí que la política es para ser un servidor público y que debe estar orientada a solucionar los problemas de la gente”.
A pesar de ser técnico en construcción civil, “si me preguntan cuál es mi profesión, yo digo que soy político”.
Cuando surgió el movimiento revolucionario Jaime se declaró antichavista, aun cuando en su calle la mayoría se plegó al proyecto del fallecido presidente.
En 2001 se incorporó a Primera Justicia “porque vi que era el partido que más se parecía a mí”.
Su primera gran responsabilidad fue ser testigo de mesa. Después fue coordinador de parroquia y en 2006 asumió la organización a nivel regional hasta 2012.
Su primer triunfo electoral fue la junta de vecinos del sector Parcelamiento Las Casitas, en el sector El Cardón. Allí se ganó el apodo que lo acompaña desde entonces: “Cardoncito”. Contaba entonces con 18 años.
En el 2005 aspiró a la junta parroquial de Carirubana. Aunque sabía que no tenía posibilidades lo hizo para fortalecer a la organización.
Representó a Primera Justicia en la junta electoral municipal, fue secretario de la Coordinadora Democrática, miembro de la Dirección municipal del partido, miembro de la dirección nacional, secretario de organización y coordinador de la península de Paraguaná.
Además, coordinó las elecciones primarias que dieron ganador a Henrique Capriles, coordinador de la campaña del comando Venezuela, comando Simón Bolívar y en la campaña de Goyo Graterol para la gobernación.
Aunque en principio aspiraba ir por la lista, un comité municipal ampliado decidió que fuera candidato por el circuito 1 en Carirubana.
-¿Cuáles serían sus prioridades de llegar a ser concejal?
-La creación de un instituto municipal de estadísticas, para trabajar de manera planificada y ordenada. Mejorar los servicios públicos, en especial el transporte. Recuperar las costas del municipio. Prepararnos como concejales en políticas públicas y rendir anualmente cuentas a los vecinos.
-¿Cuáles son sus reales posibilidades de llegar a la cámara municipal?
-Las mismas que me dicen que todos los días sale el sol. Me lo dice la gente, lo siento en la calle, es más, yo estoy seguro que en el casco de Punto Fijo vamos a ganar “reventaos” porque los vecinos me lo han dicho. Yo no soy un paracaidista, he hecho un trabajo de muchos años.
-¿Cómo calificas la gestión de la cámara actual?
-Nula, qué propuesta le han dejado al municipio que no sea lo de la bolsa plástica. Tampoco han controlado al alcalde como les corresponde.
-¿Para qué ser concejal?
-Para fiscalizar, controlar y legislar a través de ordenanzas, y ser la voz de los vecinos ante la cámara municipal.
-¿Cuántas curules aspiran ganar en Carirubana?
-5 o 6 para ser mayoría. Los resultados te lo dicen: el municipio Carirubana está apenas a punto y medio de diferencia, es decir, a 5.300 electores de diferencia. Ha habido una mala gestión, los concejales no corresponden a su municipio y el pueblo lo sabe y lo dice. Queremos hacer una gestión distinta y transparente, trabajar directamente con los vecinos, porque uno es eso, el puente, la voz de las personas en la cámara municipal.
-¿Qué tan fortalecida está la unidad en la MUD para garantizar la victoria?
-Aquellos que están fuera de la unidad están destinados al fracaso. Nosotros tenemos un compromiso con los vecinos, con el electorado, si no vamos unidos estaremos fortaleciendo al contrincante. Creo en el diálogo y que al final recapacitarán. Tenemos hasta el 28 de agosto para hacer cambios y hasta el 28 de noviembre pueden adherirse algunas tarjetas a la unidad.
-¿Qué oportunidad tienen los candidatos del oficialismo?
-Ya perdieron 900 votos porque el liderazgo no se transfiere. En la unidad los liderazgos han sido propios.
-¿Piensa que la participación será masiva?
-Pienso que será un plebiscito, como dijo Henrique, donde vamos a ganar las grandes ciudades y los municipios más grandes.
-¿Que es un líder?
-Alguien que representa un conglomerado; el líder no manda, acompaña.
-¿La política?
Vida, pasión, todo.
-¿La amistad?
-Un don que pocos tienen.
-¿Libro de cabecera?
-La Biblia
-¿Comida favorita?
-Shawarma
-¿Actividad para relajarse?
-Caminar
-¿Algún deporte?
-Lucha
-¿La familia?
-El pilar de una sociedad
-¿El municipio?
-Mi familia