Aquí no hay dólares para importar ni producción


Caracas, 14 de enero de 2015.- La economía venezolana se encuentra en una situación límite , concluyó un grupo de expertos de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Faces) de la Universidad de Carabobo, durante un manifiesto en el que analizaron la situación actual del país.

Los especialistas aseguraron que los escenarios para este 2015 no son muy favorables para la economía nacional, pues todo señala que la crisis se agudizará si el Ejecutivo no toma medidas para la estimulación de la producción nacional y al mismo tiempo tendrán un gran peso político en pleno año electoral.

El país se encuentra en este momento en una situación límite. No hay dólares para importar productos terminados en cantidades suficientes para atender la demanda nacional, pero tampoco hay producción nacional para atender la demanda interna de bienes y servicios , manifestó el decano Benito Hamidian durante su intervención.

Ante esta situación, los especialistas plantearon tres posibles escenarios: el tendencial, es decir de mantenerse la misma dinámica se profundizarán los problemas de escasez, inflación e inseguridad; el optimista, en caso de que se hilvane un conjunto de políticas públicas de acción proactiva en economía, producción y mejora institucional; y el pesimista, si se acentúan los errores que se traducirían en hiperinflación, mayor deterioro de la calidad de vida, persecución política y desempleo.

Hamidian manifestó que el aparato productivo nacional está prácticamente paralizado y detalló que en los últimos dos años se redujo la fabricación local de bienes y servicios en 14,4%, mientras que desde 1999 hasta 2013 se incrementaron las importaciones en un 152%.

Por su parte, Pablo Polo insistió que el problema no es el número de tasas y sus valores, sino cómo se distribuyen los dólares. Enfatizó que no existen reglas claras en cuanto a la asignación de los dólares, lo que afecta el funcionamiento de la empresa privada.

Los especialistas concluyeron que existen medidas para cambiar el escenario como la reorganización del gasto público, tener una política monetaria, fiscal y cambiaria sustentable y la estimulación de la producción e inversión.