En riesgo árboles iconográficos que preservan historia de Caracas


Caracas, 08 de diciembre de 2015.-Pocos bienes urbanos cuentan la historia de la ciudad como sus árboles, algunos decretados patrimonio cultural de Caracas y una gran mayoría subestimados dentro de la simbología iconográfica, cuyas raíces están echadas a la suerte en medio de la improvisación de construcciones.

Una inquietud que para Aníbal Isturdes, portavoz del Comité de Defensa de la Parroquia San José, pasa desapercibida ante la alcaldía del municipio Libertador y los entes gubernamentales.

De los árboles más longevos que existen en esa jurisdicción, Isturdes asegura que el Samán de la Trinidad, situado a un costado del bulevar Panteón, y en esa misma zona, un bucare que está detrás del Mausoleo de Bolívar, requieren atención fitosanitaria para mitigar los daños ocasionados por insectos y plantas parásitas.

En torno al Samán de Trinidad, Isturdes destaca que se trata de una especie con más de 250 años bajo la cual se refugió el propio Simón Bolívar para recibir clases del maestro Andrés Bello. Incluso la historia refiere que el propio naturalista Alejandro de Humboldt reseñó la especie que desciende del Samásn de Güere del estado Aragua y fue sembrada en 1753 en Caracas.

En Distrito Capital existen  árboles como las ceibas de San Luis, situada al final de la avenida Fuerzas Armadas; otra en la plaza San Lorenzo, en la parroquia San José, y la de San Francisco, en  Capitolio.

A propósito de ello, el ecologista Aníbal Isturdes señala que  eso árboles tienen un gran valor histórico, patrimonial y cultural que debe ser rescatado. "Proponemos recuperar la fertilidad de los árboles para obtener sus semillas, para que sean sembradas y además sean objeto de amor de parte de los niños", dice.

De igual forma, exige que la ceiba de San Luis, situada en San José, sea decretada patrimonio de la ciudad, pues se trata de una especie que por años fue una parada obligada  para el reposo de quienes bajaban, en burro, del pueblo de Galipán para vender sus flores.

Escombros, basura y en algunas ocasiones restos de animales hacen de la ceiba un bote de basura. Hoy el tronco exhibe una profunda hendidura. El sitio, adyacente al Mercado de Las Flores, se ha convertido en un lugar predilecto para quienes practican rituales asociados a la santería y a otras creencias.

Vecinos denuncian que a lo largo de la avenida Fuerzas Armadas, en el Centro de la ciudad, existen por lo menos 60 jardineras desocupadas, por lo que piden a la alcaldía que se siembren ejemplares como el Araguaney que, a juicio de Isturdes, no ocasionan daños a las estructuras de las aceras.

El ambientalista insta al Gobierno a rescatar especies de catuche y bucare.