A un año del Dakazo las tiendas siguen sin mercancía


Caracas 15 de octubre de 2014.-“He ordenado inmediatamente la ocupación de esa red (Daka) y sacar los productos a la venta del pueblo a precio justo, que no quede nada en los anaqueles”, dijo el 8 de noviembre de 2013 el presidente Nicolás Maduro, luego de las inspecciones realizadas en las tiendas de electrodomésticos en las que evidenciaron sobreprecios. Los compradores acudieron al llamado y no dejaron mercancía en los estantes. Ahora, casi un año después, los anaqueles están igual.

 

Aunque en ese momento Hebert García Plaza, entonces jefe del Órgano Superior para la Defensa de la Economía, garantizó la reposición de los inventarios, la mercancía no ha vuelto a llegar en las cantidades requeridas, ni a Daka ni al resto de los comercios de electrodomésticos.

En Daka Los Palos Grandes los trabajadores se mantienen de brazos cruzados. No tienen qué vender más que planchas y cafeteras. El encargado del local refirió que cada 15 días les despachan línea blanca y televisores. Pero en los estantes las lavadoras y pantallas plasma estaban solo en exhibición.

En un comercio del ramo en Boleíta la situación es similar. “Los últimos meses solo hemos recibido equipos pequeños: licuadoras, tostiarepas, planchas y cafeteras. En febrero fue el último despacho de productos grandes; no tenemos nada de neveras y televisores solo hay dos de 32 pulgadas”, dijo el encargado de la tienda, que prefirió no ser identificado.

En un establecimiento vecino solo hay aparatos de aire acondicionado portátiles. “Lo último lo recibimos en abril. Después del acuerdo entre Samsung y el gobierno nos llegaron televisores, pero no duró nada. La gente hacía colas como en noviembre y se llevaron todo”, señaló.

Comerciantes aseguran que la escasez de productos ha disminuido las ventas entre 60% y 80%.

El desabastecimiento es por el remate de los inventarios y porque la liquidación de divisas no ha sido regular ni en las cantidades necesarias, afirmó Edgar Berríos, director de la Asociación Nacional de Fabricantes y Distribuidores de Electrodomésticos.

En lo que va de año el Centro Nacional de Comercio Exterior ha convocado 3 subastas para electrodomésticos y equipos electrónicos. En total se han asignado 238,51 millones de dólares; y en la última subasta, anunciada por el presidente Maduro, por 550 millones de dólares, también fue llamado el sector.

Sin embargo, para que haya abastecimiento regular de productos debería cancelarse a la industria alrededor de 90 millones de dólares al mes, aseguró Berríos. Indicó que la demanda de electrodomésticos ronda los 8 millones de productos al año, cifra que está lejos de alcanzarse con las asignaciones que hace el Cencoex.

Para Navidad. La subasta especial convocada por el Cencoex y la premura en las liquidaciones de divisas que tenía pendientes muestra el interés del gobierno de tener algo en los anaqueles en la temporada navideña, agregó Berríos.

Sostuvo que es probable que llegue mercancía para finales de noviembre, pero que alcanzará solo para dos meses.

Víctor Maldonado, director de la Cámara de Comercio de Caracas, considera difícil que toda la mercancía que se solicite llegue a tiempo al país, aunque no descarta que el gobierno logre traer los electrodomésticos. “Un container puede tardar hasta tres meses en llegar, y ya estamos en la primera quincena de octubre”.

Agregó que lo que más se ha quebrantado es la confianza de la industria en el gobierno. “Hay quienes no le encuentran sentido a seguir trayendo productos cuando no tienes libertad de venta y desconoces en qué momento te quitan la mercancía”

Repuestos tampoco se consiguen

En los establecimientos de reparación de electrodomésticos las demandas de servicios han aumentado en los últimos meses, pero la escasez de piezas para arreglar los equipos ha obligado a los propietarios de esos negocios a aumentar los tiempos de entrega.

“Lo que más nos traen son licuadoras y planchas, pero la palabra de moda es ‘no hay’. Nosotros no tenemos ni cuchillas, ni roscas ni vasos”, afirmó Raquel Fernández, dueña de un comercio en el paseo Zingg, en el centro de Caracas.

Allí trabajan con piezas originales, pero el proveedor de la marca no los visita desde hace dos meses. “Antes venía dos veces al mes, esto no nos había ocurrido”, expresó.

En otro local de reparaciones afirmaron que han tenido que decirles a los clientes que consigan las piezas y ellos se encargan de la instalación. “No nos gusta, pero es eso o no trabajamos”, indicó el encargado del establecimiento.

“Igual sigue siendo una opción porque mientras yo cobro 150 bolívares por montar el dado de una licuadora para que funcione, el mismo equipo, nuevo, te cuesta más de 2.000 bolívares”, señaló Fernández.

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