Expendio de anticonceptivos. Entre escasez y racionamiento


Caracas, 10 de octubre de 2014.- La primera parada fue en la avenida Sucre de Catia donde, de cuatro farmacias, solo una tenía disponible píldoras anticonceptivas. "Esa no hay y con las que se puede sustituir tampoco. Pregúntele al médico a ver si le sirve una de estas alternativas", dijo el encargado mientras señalaba las tres marcas exhibidas en sus anaqueles.

En un recorrido realizado por El Universal por 12 farmacias del Oeste y Suroeste de Caracas, en siete establecimientos no había píldoras mientras que en los cinco restantes los encargados informaron que las marcas comerciales más solicitadas (Yasmin, Yaz, Dixi 35, Diane 35 y Nordette) estaban agotadas. "Me llegaron 20 cajas de Belara que estaba desaparecida y es lo que tengo por ahora porque no llega todo lo que uno pide. Esto es una lotería", aseguró Calixto Peña, gerente de una farmacia de El Paraíso.

Los anticonceptivos orales no escapan a las fallas en producción y distribución que afecta a 70% de los medicamentos que se expenden a nivel nacional, precisa Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela.

"No hay Yasmin pero sí tenemos Genesa. Dos cajas por persona", informaron en un comercio de Vista Alegre. Y es que a la dificultad para encontrar las píldoras se suma el racionamiento aplicado para expenderlas. "La gente se desespera y se quiere llevar seis meses de tratamiento y dentro de todo ellos tienen lógica porque nadie quiere parar su medicación. El problema es que cuando un medicamento está escaso no podemos vendérselo todo a uno", afirma Ceballos.

Lo mismo aplica para las droguerías que reciben cajas del producto y luego deben distribuirlas entre las farmacias adscritas a la zona. Por eso puede que en un establecimiento lleguen 50 cajas y en otro solo dos, pero en ambos desaparecen rápidamente porque la gente no ha parado de buscarlos.

La consecuencia directa de las fallas en el suministro ha sido la alteración de los tratamientos. Lo sabe bien Dalia Marrero quien, tras peregrinar por días para conseguir sus píldoras, debió llamar a su médico para pedirle otra alternativa. Cambió de pastillas y ahora enfrenta un doble problema: no consigue de nuevo el medicamento y está perdiendo el cabello por el cambio en la concentración hormonal.

Judith Toro, directivo de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Venezuela, cuenta que diariamente puede recibir de dos a tres llamadas de sus pacientes con inquietud sobre las píldoras. En el gremio además han optado por recetar varias marcas comerciales para brindar alternativas durante las consultas. "Nos hemos visto en la necesidad de utilizar la que encontremos sin que eso signifique que es lo mejor para cada una de las usuarias. Prevenir la concepción es lo que se logra con cualquiera pero hay efectos no anticonceptivos de las pastillas que es lo que no estamos cubriendo", precisa.

Coloca como ejemplo a pacientes con ovarios poliquísticos o aquellas que tienen altas concentraciones de hormonas masculinas y requieren píldoras con una determinada concentración de progestágenos.

Otro ausente en las boticas son las dos marcas comerciales de inyecciones anticonceptivas que se expenden en el país. En Venezuela, donde sólo 1 de cada 10 adolescentes (15-19 años) utiliza algún método anticonceptivo aun cuando los conoce, Toro advierte que las inyecciones se convirtieron en la alternativa de muchas por ser discretas y que, sin ellas, se exponen aún más al embarazo.

Para hacer frente a la situación en las oficinas del Ministerio de Salud sugieren ir al anexo Negra Matea de la Maternidad Concepción Palacios. En el segundo piso de este último, funciona la Oficina de Planificación Familiar en donde, previa cita, un especialista ayudaría a buscar alternativas para quienes tienen problemas -escasez incluida- con su método regular o desean cambiarlo. "De lunes a jueves a partir de las 12:00 p.m. La cola hay que hacerla en la entrada", informaron.

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