Estado y Mercado

El mercado y la competencia son elementos centrales del orden económico y posibilitan la libertad a través de la descentralización del poder. A la libertad responsable le corresponde el mercado responsable como forma de organización de la economía. La competencia promueve la voluntad individual y la riqueza colectiva y sirve así, simultáneamente, al bien común.

Una economía vibrante se caracteriza por el surgimiento constante de nuevas empresas, producto de la voluntad de personas con sentido emprendedor que deciden arriesgar su patrimonio personal y financiero con el fin de convertir una idea en un negocio productivo para el bien propio y común. El Estado debe garantizar que ese proceso de “creación” se desarrolle sin contratiempos excesivos.

El Estado con frecuencia está presente donde no tiene que estarlo –administrando actividades productivas- y ausente donde tiene que estar presente – creando capital humano y generando bienes públicos, servicios básicos e institucionalidad. A través de la desregulación y la reducción de la burocracia, deseamos conseguir que el Estado se concentre en aquellas tareas que los particulares no pueden ni deben hacer por si solos para brindar respuesta oportuna y consistente a las demandas de los ciudadanos.