La solidaridad, la participación y la subsidiariedad son los caminos que conducen a la Justicia Social

La construcción de la Justicia Social obliga a que la vida social se articule desde el valor de la solidaridad y el principio de la subsidiariedad para poder atender con una visión humana la diversidad y pluralidad de nuestra sociedad.

En virtud de la solidaridad, Primero Justicia afirma que todos los ciudadanos y todos los grupos deben contribuir al bien común de la sociedad. Por otra parte, la subsidiariedad supone que el Estado no deberá jamás sustituir la iniciativa ni la responsabilidad de las personas y de los grupos.

En tal sentido, reafirmamos a la familia como institución primaria de la sociedad. En ella, los seres humanos reciben el don de la vida y la formación que habrá de capacitarlos para el ejercicio de su libertad y la contribución que harán a la justicia social.