Mérida, 16 de abril de 2023.- Desmond Tutu, el primer Arzobispo anglicano de color, ganador del premio Nobel de la Paz de 1984, fue un luchador contra el apartheid en Sudáfrica. El 11 de febrero de 1990 el propio Desmond lo describe como el momento más hermoso de su vida, el día en que Nelson Mandela es puesto en Libertad; el luchador y el sacerdote unidos contra el apartheid. Describe Desmond que él y Mandela se propusieron crear un nuevo tipo de sociedad, una sociedad compasiva y solidaria.

El maestro que se hizo sacerdote, predicaba contra la opresión; esa doctrina que desde 1948 se había instaurado formalmente en Sudáfrica, un sistema de segregación racial mediante leyes que despojaron de múltiples derechos a la población negra mayoritaria en éste país.

Siempre instaba a la resistencia pacífica, el practicar el “UBUNTU” un concepto, una filosofía Sudafricana. Ésta se basa en la creencia de que hay un vínculo humano universal que hace que los seres humanos sean capaces de superar retos porque están conectados entre sí, con palabras del propio Desmond “te necesito para poder ser yo mismo, al igual que me necesitas para ser tú mismo, estamos ligados los unos a los otros, por eso somos humanidad y nos necesitamos para ser humanos. Una persona solo es persona gracias a los demás, por ejemplo, aprendemos a hablar gracias a otras personas que nos enseñan. El Ubuntu trata de que el éxito colectivo es más importante que el individual, por lo que la dignidad, el respeto y la compasión es la base del éxito”.

Éste personaje maravilloso se convirtió en unos de los líderes más importantes contra el movimiento del apartheid, él mismo se hacía presente en las manifestaciones pidiendo calma y paz, que el odio no dejará cegar a la razón.

Cuando Nelson Mandela asume la presidencia de Sudáfrica le pide a su amigo Desmond que dirigiera la Comisión de La Verdad y La Reconciliación, como una manera de construir la nación a partir de una nueva forma de integrarse y de no excluir a nadie, ya era suficiente la confrontación, una nación que nunca había vivido la integración tuvieron que imaginarla y desde cero construirla, convertirse él, como ellos se llaman, en la nación arcoíris. Esta comisión impulsó las bases del reencuentro entre víctimas y victimarios, la implementación de la justicia restaurativa y lograr un proceso transicional en paz, pero que la verdad no quedará relegada a un segundo plano, pero tampoco saciar el sentimiento de venganza.

En momentos Desmond Tutu se desplomaba a llorar en plenas audiencias al escuchar testimonios atroces de parte y parte; el cómo asesinaron personas de color o desapariciones forzosas por solamente su color, o aquellos blancos que eran envueltos en cauchos y eran incendiados vivos. Esta comisión brindó más de 7000 amnistías y muchos dicen que esto era necesario para curar el alma de Sudáfrica, el propio Mandela elogió a Tutu cuando dijo “protegiste a Sudáfrica del odio y la venganza, la manera que acompañaste a nuestro pueblo en este largo camino hacia la libertad, contribuyó a forjar el respeto por la vida y los derechos humanos independientemente del color, de la religión, el sexo o la edad”.

En sus últimos años en una de tantas entrevistas que le hicieron le preguntan, ¿Cuál es la cosa más valiente que has hecho?, y él responde, “El perdón”, concluye que no existe cosa más valiente, más gallarda, más noble. El perdón es la cosa menos cobarde, “necesitas mucho valor para el perdón”, y que ningún ser humano, y mucho menos ninguna sociedad, puede avanzar al bien común si en su seno no existe el perdón.

El 26 de diciembre del 2021 muere Desmond Tutu, un personaje que deja un legado admirable a la sociedad mundial, hoy llamo la atención a todos los venezolanos, para que este ejemplo sea estudiado y considerado. Necesitamos mucho UBUNTU en Venezuela. Perdón con justicia, perdón con reparación, el avanzar por la Venezuela que todos soñamos y merecemos, en la que #NecesariosSomosTODOS