Jesús Armas: Pospandemia


Caracas, 14 de mayo de 2021.- Hace unos días, The Economist (2021) publicó un artículo en el cual analizaba lo sucedido con la economía de ciertas naciones después de duros eventos con repercusiones internacionales como pandemias o guerras. La respuesta de la economía francesa después del cólera de 1830, la británica luego de la viruela de 1870, la de los Estados Unidos después de la gripe española y la de Europa o Japón luego de la Segunda Guerra Mundial tuvieron todas algo en común, un boom que significó una recuperación económica acelerada.

A pesar de las dificultades que ha tenido el proceso de vacunación, donde incluso muchos países desarrollados no tendrán al 75% de su población vacunada hasta finales de 2022, pareciera que el resultado pospandemia no será diferente a otros eventos similares en la historia en los países de economías relativamente sanas. El Fondo Monetario Internacional (2021) sugiere que la economía de Estados Unidos podría crecer este año más de 6%, es decir hasta cuatro puntos por encima de su crecimiento prepandemia.

De la misma forma, Francia, Reino Unido y Canadá podrían estar por encima de 5%; Italia, Alemania y Japón se ubicarían entre 3% y 4%. Esta aceleración simultanea del crecimiento del PIB de diversas naciones es un comportamiento bastante inusual, recuerda mucho a los años después de la Segunda Guerra Mundial sin ser de las mismas magnitudes.

Sin embargo, no todo pinta de la misma forma para todos y en todo. Algunos negocios la verán muy duras porque, aunque la gente suele gastar más luego de estos eventos, el estar en una situación tan compleja parece crear más conciencia sobre en qué se gasta y esto podría significar una disminución de la demanda en áreas no esenciales como el lujo o ciertos placeres. Otros negocios podrían ser disruptivos y aprovecharse de la innovación de estos momentos duros para crecer, para ofrecer productos o servicios distintos u ocupar los espacios de los negocios que no pudieron resistir la cuarentena.

Por otro lado, no solo la pandemia traerá cambios, ganadores o perdedores en lo económico, también la política se verá profundamente afectada. El covid-19 llevó a su ocaso a varios liderazgos, Trump es quizás el ejemplo más significativo, pero hoy el presidente Duque enfrenta una avalancha de protestas y complicaciones que tienen varias variables de origen, pero el descontento frente al mal año de pandemia y las decisiones económicas son los principales motivantes.

Otros parecieron renacer como el fénix, los conservadores liderados por Boris Johnson enfrentaron muy mal el virus, pero su excelso desempeño con la vacunación les ha traído un esplendido resultado en las elecciones del pasado jueves. La India será un caso importante de estudio, su economía y su crisis de salud pública traerán resultados muy duros con repercusiones más allá de sus fronteras.

Los autoritarismos parecieran salir muy bien parados de este escenario. A pesar de los esfuerzos de Navalny, el movimiento San Isidro o la oposición venezolana, las dictaduras de Rusia, Cuba o Venezuela han avanzado en sus pretensiones de consolidarse en el poder.

China tendrá un importante crecimiento de su PIB y a pesar de que su imagen se ha visto muy golpeada en el plano internacional, en lo local sigue con el control absoluto. Según el Índice Global de Democracia (2021), las democracias experimentaron su retroceso más importante desde que arrancó la medición en el 2006, son muchos los casos en el planeta de retroceso de las libertades civiles, de procesos electorales vulnerados y de ataques a la libertad de expresión.

Lamentablemente, nuestro país figura en el peor de los escenarios. Maduro no solo ha tenido un manejo terrible de la pandemia —haciendo que muchas vidas se perdieran por no haber abastecido los centros de salud con respiradores, camas y medicamentos necesarios— sino que el manejo de la economía ha sido catastrófico. Otro año de hiperinflación, otro año de persecución al sector privado.

En lugar de experimentar un boom económico o de al menos tener un plan de vacunación que permita reactivar el país, el madurismo ha incrementado su persecución contra las oenegés, ha evitado la entrada de las vacunas y sus logros del año son que la cifra de migrantes y refugiados de venezolanos supere al de Siria y que dolorosamente Venezuela supere a Haití en pobreza.

Ojalá, algún día cercano podamos aplicar lo aprendido de los campeones de la vacunación como Israel, Reino Unido, Chile o Estados Unidos y experimentar crecimiento económico. Mientras tanto, la pospandemia no se ve cerca en Venezuela, al paso que vamos entraremos en esa etapa entre 2023 y 2024, la gente seguirá arriesgándose en las calles para sobrevivir y la economía haciéndose cada vez más pequeña.

Por ahora, los venezolanos debemos estar enfocados en luchar por vacunas, por elecciones libres y prepararnos con las ideas bien claras para cuando los tiempos cambien.

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