José Guerra: Los vasallos de Stalin


Caracas, 28 de julio de 2019.- En estos días se reunió en Caracas la asociación de organizaciones partidarias de las dictaduras de izquierda del mundo, agrupadas en lo que se conoce como el Foro de Sao Pablo. Concurrieron a esa cita connotados representantes de la corrupción Latinoamericana representados por sus cabecillas del Partido de los Trabajadores de Brasil, el Partido Justicialista de Argentina y lo que queda del partido de Rafael Correa en Ecuador, todos ellos acusados de corrupción y en el caso de Lula Da Silva, pagando condena. Han tratado de revivir el cadáver insepulto de la III Internacional creada por el stalinismo para someter a los partidos satélites de la desaparecida URSS y puestos ahora a girar en la órbita de Cuba y Venezuela, sus modernos referentes.

Esta especie de internacional de las tiranías tiene una manera particular de ver al mundo. Según ellos hay dictaduras buenas y dictaduras malas. Las malas son aquellas que no comparten la filosofía del marxismo leninismo y las buenas aquellas que si suscriben la ideología marxista leninista. Así de simple. En esa lógica de los saopablistas, Augusto Pinochet fue un tirano y un asesino y en cambio Fidel Castro fue un libertador de Cuba, demócrata y casi un santo. Con este rasero jamás han condenado las atrocidades que el régimen cubano ha ejecutado contra su pueblo y siempre encuentran explicación en el bloqueo de Estados Unidos, a todos los males que ese pueblo sufre y padece sin reparar en el hecho que lo que ha fracasado ha sido el modelo socialista que ha sumido a Cuba en la improductividad, el hambre y la prostitución.

Para estos cruzados de las causa de las dictaduras, en Venezuela existe un democracia perfecta. Que la pérdida de más de la mitad del tamaño de la economía entre 2014 y 2019 es provocada por las sanciones impuestas por Estados Unidos, que la hiperinflación obedece a la acción conspirativa de los especuladores, sin detenerse un minuto a pensar que Venezuela entre 2007 y 2014 recibió una suma de dinero monumental por exportaciones petroleras y que además se endeudó y que con esos fondos se hubiese podido conformar una economía próspera y estable para beneficio del pueblo venezolano. Un país como Venezuela con niveles de pobreza de ingresos de 80% de su población debería llamar a la reflexión a la gente sensata así sea de izquierda, pero no, ellos buscando siempre explicaciones acomodaticias descargan todas las culpas de su fracaso en otros, en particular en los Estados Unidos y en quienes creemos un cambio que restaure la democracia.

Para nosotros dictadura es dictadura aunque sea del proletariado como bien dijo una vez Alfredo Maneiro. Y esta es una diferencia de fondo con estos nuevos escribas y relacionistas públicos del Foro de Sao Pablo. Afortunadamente, América Latina ha girado no a la derecha como estos propagandistas vocean, sino hacia la democracia haciendo de la lucha contra la corrupción una política de Estado, como lo hacen los presidentes Mauricio Macri de Argentina y Lenin Moreno de Ecuador, quienes han desmontado el entramado de corrupción creado por Néstor y Cristina Kirchner  y Rafael Correa. Pero también se ha revitalizado la democracia como forma civilizada de gobierno y manera de vivir de los pueblo.

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