Richard Casanova: La salida de Maduro y el final de la película

Caracas, 1 de febrero de 2019.- Durante estos largos años de lucha hemos aprendido a leer al gobierno: cuando gritan "ahí va, agarren al ladrón" es seguro que ellos se acaban de robar algo o preparan el terreno para hacerlo.  Si dicen que van a luchar contra la corrupción, en realidad significa que van a dar rienda suelta a su insaciable vocación delictiva y van "raspar la olla". Cuando hablan del imperio gringo, realmente intentan ocultar la obscena invasión cubana y la entrega del país a los chinos, los rusos u otros intereses foráneos. El discurso acusando de proyanqui a la oposición, es una retórica bufa que les permite seguir como lamebotas del poder cubano. Así las cosas, cuando Maduro señala que Bolton y EEUU están propiciando una salida violenta, lo que podemos inferir es que son ellos quienes prefieren un desenlace cruento en vez de la salida pacífica y electoral que exige la oposición democrática y la comunidad internacional.  Por fortuna, últimamente sus deseos no coinciden con la realidad, basta ver lo que pasó con el plazo de 72 horas para que la delegación diplomática norteamericana saliera del país.

Provocar ese desenlace violento debe ser la intención de los más corruptos del régimen, aquellos hundidos en el narcotráfico. Esos prefieren "quemar las naves" y evitar una derrota electoral para tener como excusa una supuesta conspiración de la derecha internacional y una cacareada invasión gringa que puso fin a la "revolución bonita" a pesar del “respaldo popular y los grandes logros”. La eterna fantasía de quienes están habituados a mentir con descaro. Así, saldrán con sus fortunas mal habidas a vivir un exilio dorado pero oscuro y solitario en La Habana, Moscú o algún lejano país del Medio Oriente, hasta que el largo brazo de la justicia les alcance y con certeza, lo hará.

Al contrario, lo sensato sería que quienes usurpan el poder entiendan que el gobierno se ha hecho inviable, no tienen forma de superar la crisis y se han dado unas condiciones que hacen insostenible al régimen, en consecuencia mejor procurar una salida honrosa, pacífica y propiciar unas elecciones limpias y transparentes que pongan fin a su agonía y evite un costo mucho mayor, quizás muy doloroso. Seguramente en esas elecciones serán derrotados pero pudieran obtener un 20%, lo que es una fuerza muy significativa. Recordemos que cuando existía el MAS, apenas rozaba el 5% y era una fuerza fundamental del estamento político, era el fiel de la balanza del sistema, tenía una vigorosa fracción parlamentaria y logró ganar importantes gobernaciones y alcaldías. Una salida electoral le permitiría al chavismo preservarse como fuerza política, ahora en un rol de oposición. Fue la ruta que tomaron en Colombia el M19 y las FARC al constatar que la derrota política y militar era una realidad inexorable.

Hoy ‎la salida de Maduro del poder es inminente, pareciera que es cuestión de tiempo, el cual corre en contra del régimen que cada minuto se hace más débil, mientras la oposición suma nuevos respaldos. Todo sugiere que "la tendencia irreversible".   Lo que no sabemos es cómo será el final de esta película de horror. En todo caso, evitar que la desgracia de hoy se convierta en tragedia es una responsabilidad ineludible de la FAN. Un gobierno serio debería facilitar una salida y negociar las condiciones para que ella se produzca.  Lo contrario es un suicidio político y un despropósito de consecuencias impredecibles, incluso para ellos. Tic, tac, tic, tac... Dios bendiga a Venezuela!

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