Carlos Roos: Justa opinión

Caracas, 28 de octubre de 2018.- Recientemente, creo yo que sin querer, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, puso en el tapete, un escenario político que a muchos nos indigesta y de indignación nos hiela, pero ciertamente una posibilidad es escuchar a ese sector del chavismo que dice no ser parte del madurismo, pero con un ingenuo o descarado orgullo estos señores declaran seguir lealmente la doctrina de su comandante Hugo Rafael Chávez Frías, y se autodenominan con el ego hinchado y la vergüenza vacía, Los Originarios, del proceso revolucionario.

Gústenos o no, es una ineludible realidad que para la reconstrucción del país debe haber entendimiento, tolerancia, reconocimiento, respeto y reconciliación para echar hacia adelante a nuestra querida Venezuela. La tesis de los moderados, de los que se identifican en algún centro de la ideología política, reza que, “para la reconstrucción nacional post chavista debe haber un proceso de unidad y reconciliación nacional”.

Sí, y tratando de respirar profundo, dominar la indignación y aplacar el resentimiento, eso de que “AQUÍ CABEMOS TODOS”, podría ser cierto si…., ya va, recuperamos la democracia primero, adecentamos de todos los males del chavismo a las instituciones, las renovamos, las fortalecemos, las legitimamos y aplicamos una justicia rigurosa, de esas que jamás en Latinoamérica se haya practicado. Porque, si bien en cierto que el país reclama unidad para reconstruirlo, las distorsiones y malos ejemplos de lo que jamás se debe repetir en la humanidad lo hemos padecido.

Nos urge justicia, y para ello hay que determinar responsabilidades, aplicar las sanciones a quienes coadyuvaron con la desgracia llamada chavismo, y miren, que mucha sangre con lágrimas tiene años pasando por debajo del puente en vez de agua.

Yo no creo, que debamos permitir que unos cuantos ladinos, que en el pasado fueron responsables en el chavismo y que por alguna circunstancia los desenchufaron, vengan ahora con sus caras lavadas a exigir reconducir Venezuela con las eventuales fuerzas democráticas, porque ellos simplemente son chavistas originarios. Pena con vergüenza deberían tener aquellos que se hagan llamar chavista, cuando fue Hugo Chávez el mayor responsable de esta tragedia que vivimos hoy en día, ¿o es innegable que intentó hacerse del poder a punta de fusil y sangre?, ¿O es mentira que nos entregó a Cuba?, ¿o es justificable que llegó a pie a la silla y murió multimillonario mientras nos sumió en pobreza? ¿O son calumnias que el mismo como perlita, nos dejó a Maduro? (la peor versión del chavismo).

Chávez fue, el mismito, quien pidió votar por Nicolás. Todos esos son hijos del chavismo; Nicolás nació políticamente mal, y sobre él abundan dudas razonables sobre su legitimidad, así como todos los procesos de esta revolución, donde en el CNE no se percibe transparencia e imparcialidad, que lo digan Jorge Rodríguez, Carrasquero y Tibisay, expresiones máximas del chavismo, originarios dirán algunos, por cierto, como los que ahora aspiran ser incluidos.

No, señor Almagro, que no lo pesquen en sus buenas intenciones y sea usted un tonto por ingenuidad. En Venezuela para iniciar cualquier transición, lo que hay que aplicar es la constitución, las leyes, barrer con lo espurio e ilegal que en las instituciones se ha enquistado y aplicar la justicia con celeridad, transparencia y mucha rigurosidad, después que todos rindan cuentas y purgue quienes tengan que purgar, entonces, solo en ese momento yo pienso que nos sentaríamos a acordar de cara al futuro, sobre una Venezuela prospera. Pero, del chavismo nada debería quedar, porque este, ha sido, corrupción, ineficiencia, pobreza, muerte y dolor para un pueblo que nunca debió vivir eso, teníamos todo para vivir 20 años de progreso, y nos clavaron 20 años de revolución.

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