Caracas, 18 de mayo de 2018.- Esta semana he tenido la oportunidad de reunirme con distintos mandatarios y líderes de Latinoamérica, quienes han expresado su solidaridad con el pueblo venezolano ante la crisis humanitaria, social, política y económica que estamos atravesando.

Hemos sido recibidos por el presidente de Argentina, Mauricio Macri y su Canciller Jorge Marcelo Faurie; los congresistas Cornelia Smith, Mario Negri, Facundo Suárez, Ricardo Amadeo; el ex presidente de Chile Ricardo Lagos; el Canciller de Chile, Roberto Ampuero; el Presidente de México, Enrique Peña Nieto y su canciller; el presidente de Chile, Sebastian Peñera; entre otros, con quienes conversamos sobre la profundización de la crisis en Venezuela y la necesidad de restablecer la democracia, además de la importancia del fortalecimiento del Frente Amplio Internacional.

Debemos tener claro que existen tres aspectos que podrían determinar el futuro del país: el colapso social, la presión internacional y la fractura política o militar.

Venezuela es un país paralizado, debido a que para los ciudadanos es más costoso trabajar que no hacerlo. La electricidad falta permanentemente en todas las partes del país. Ese colapso puede llevar a que en un momento dado, con alguna solución constitucional, se logre que salga Maduro y haya un gobierno de transición.

Al aplicarse más acciones concretas en la presión internacional, más la crisis humanitaria que atraviesa el país, podría generarse un desenlace que conlleve a las elecciones democráticas para este año. Nosotros buscamos eso y que el gobierno de Maduro acepte que tiene que ir a un proceso serio de negociación.

El gobierno de Maduro es muy frágil y podría terminar de fracturarse políticamente. Vimos recientemente cómo metían preso a uno de los jerarcas del régimen, Miguel Rodríguez Torres, ex ministro del Interior. También persiguen a Rafael Ramírez, quien manejó Pdvsa por más de 10 años.

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana también padece la crisis que vive el país. El sueldo de un oficial de la Fanb está entre 5 y 10 dólares mensuales. El hambre o la destrucción de la calidad de vida, la padece la fuerza armada.

Necesitamos articular la presión democrática antes de las elecciones del 20 de mayo convocadas por Maduro. Necesitamos que se pueda poner sobre la mesa acciones concretas que constituyan una presión verdadera, real, que se puedan tocar y ver.