Caracas, 13 de septiembre de 2017.- Hasta ahora, el gobierno era el que había marcado la pauta en la convocatoria al dialogo, esta vez el llamado al dialogo no es del gobierno.

Recordemos que desde hace meses, el Presidente de la Asamblea Nacional Julio Borges, empezó una serie de giras a países del continente y Europa exponiendo la grave situación que vivimos en Venezuela. Hace dos semanas, Borges emprendió una nueva gira por Europa, donde se reunio con las más altas autoridades, exponiendo la situación de nuestro país a presidentes y parlamentos. Borges logro el respaldo total a la voluntad del 80% de los venezolanos, con un apoyo irrestricto a la legitima Asamblea Nacional y un rechazo categórico a la Asamblea Constituyente.  

La idea de una reunión en Dominicana, no es de Maduro, ha sido del gobierno de Francia quien ha presionado a Maduro a que asista a la reunión para buscar una salida concertada a la grave crisis que vive el país, principalmente la apertura de un canal humanitario de inmediato.

En el supuesto de que Maduro no asista, pero además no acepte negociación, Francia advirtió duplicar sanciones a su régimen que emprenderían de inmediato y de manera conjunta con Estados Unidos hacia funcionarios del régimen.

Por otra parte, Maduro sabe que necesita oxígeno, necesita con urgencia lavarse la cara de dictador, por lo que anuncia que va a enviar a su representante que seguramente será Jorge Rodríguez.

Bien claro ha sido Julio Borges, al reiterar de que para considerar un dialogo, primero hay que cumplir las condiciones planteadas por la Unidad con el debido acompañamiento internacional, de lo contrario no nos sentaremos en ninguna mesa de dialogo, al menos no Primero Justicia.

Tenemos un gran reto por delante que son las elecciones regionales, las cuales no pueden ser empanadas por un llamado a diálogo que no cumpla las exigencias planteadas. El mundo nos está observando, y como demócratas, debemos mantener la transparencia y las formas de hacer política. Lamentablemente hay factores de la Unidad que aún utilizan ciertas mañas de la 4ta República, pretendiendo enturbiar en dos estados, un proceso de primarias que se llevó a cabo democráticamente en el resto del país.  A pesar de ellos, debemos enfocarnos en las elecciones regionales en el resto de los estados y demostrarle al mundo, que los venezolanos queremos una salida democrática, pacífica y constitucional, votando masivamente.

Las condiciones están, la voluntad esta y la Constitución nos respalda.  Queda de parte del gobierno cumplir las condiciones establecidas para un eventual dialogo. El resto, ya está dicho, si participamos, con condiciones claras y con una sincera unidad,  podemos ganar la mayoría de las gobernaciones.