Caracas, 13 de agosto de 2017.- Luego del evidente fraude constituyente, en el que militares y ciudadanos fueron testigos de la abstención que superó 80% de los venezolanos inscritos para votar, y tras la afirmación de la empresa Smartmatic sobre la alteración de los resultados presentados, se pretende imponer un suprapoder dictatorial, colocándose así por encima de todos los poderes constitucionalmente constituidos.

Buscan eliminar la igualdad de todos frente a la Constitución y las leyes, e imponer a un grupo por encima de todos. Todos somos iguales, pero unos más iguales que otros, decía George Orwell. Esta Asamblea Nacional Constituyente no es expresión del poder constituyente originario, que reside intransferiblemente en el pueblo, sino una imposición autoritaria de quien ocupa la Presidencia de la República, basada en el fraude y la usurpación de la soberanía popular.

Desde la Asamblea Nacional reafirmamos el mandato contenido en el artículo 333 y, por tanto, la vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela por encima de cualquier acto o usurpación emanados de la fraudulenta ANC. Luchamos por un país donde todos tengamos oportunidades y nadie tenga privilegios.

La lucha que iniciamos hace cuatro meses es la materialización del hastío y el desespero de quienes durante 18 años hemos visto como quienes hoy gobiernan se hacen cada vez más ricos mientras hunden a los ciudadanos en la miseria. La lucha que inicio con un grupo de diputados en contra del golpe de Estado del TSJ a la Asamblea abrió un canal para que millones de personas manifestaran su descontento y rechazo a cada uno de los atropellos que este gobierno ha cometido: a las colas, la escasez, la inseguridad, la violación diaria de derechos humanos, el secuestro de poderes públicos, las amenazas y la persecución.

Economía, por encima

Ante la falta de información oficial, la Asamblea Nacional ha evaluado el comportamiento de la inflación, que solo en julio fue de 26% y desde enero ha sido de 250%; la inflación más alta de toda la historia venezolana y de las más elevadas del mundo. Nos acercamos a una hiperinflación. Esta semana, 13 países del continente, reconociendo la legitimidad de la Asamblea Nacional electa en diciembre de 2015, declararon claramente que “los actos jurídicos que conforme a la Constitución requieran autorización de la Asamblea Nacional, solo serán reconocidos cuando dicha asamblea los haya aprobado”.

Ninguna deuda o proyecto petrolero que no sea aprobado por la Asamblea Nacional, como establece la Constitución, tendrá reconocimiento. Desde la presidencia del parlamento lo hemos advertido a instituciones financieras y países en el mundo. Cuarenta y cuatro países del mundo, respetuosos de la ley, desconocen la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente. Por encima de todos está la realidad económica que se agrava frente al fraude constituyente. Respetemos la Constitución vigente y escuchemos al pueblo venezolano para superar la crisis.