Caracas, 11 de agosto de 2017.- Como demócratas creemos en el voto como herramienta fundamental de lucha y de encuentro para superar conflictos políticos, económicos y sociales; no por esto, descuidamos o subestimamos cualquier mecanismo alterno establecido en la Constitución Nacional, que sirva de aporte para cualquier cambio trascendental que haya de darse en el país, que traiga el mayor sumo de felicidad a la gran mayoría. Por ello y teniendo empatía con lo que decimos y sentimos, decidimos participar en el proceso electoral para elegir gobernadores convocado por el Consejo Nacional Electoral, porque creemos y somos practicantes fieles de que debemos estar presentes en todos los espacios de participación política que se produzca en Venezuela.

Debemos ser realistas y entender que si queremos cambiar verdaderamente a Venezuela, tenemos que confrontar a la dictadura en todos los espacios de lucha, y en esta cruzada que llevamos a cabo, el voto es una herramienta indispensable que no podemos abandonar bajo ningún aspecto. Sabemos el costo político que en estos momentos enfrentamos por decirle al país que vamos a participar en el proceso electoral previsto para el 10 de diciembre.

Sin embargo, estamos conscientes que más temprano que tarde, el tiempo, la historia y nuestro pueblo nos darán la razón. Somos fieles y actuamos en consecuencia con el petitorio hecho al vaticano y que dio pie a una protesta cívica, pacífica y constitucional inédita de nuestro pueblo, que salió a las calles a exigir el restablecimiento del hilo constitucional secuestrado por el régimen de Nicolás Maduro. Pedimos la apertura de un canal humanitario, la liberación de los presos políticos, un cronograma electoral para las elecciones pendientes y el respeto a la autonomía del poder legislativo. Pues bien, hemos estado encima de cada una de estas solicitudes que priorizan nuestro accionar de lucha para impulsar por la vía constitucional un cambio en el modelo político que hoy nos agobia.

Nuestra lucha por recuperar el país tiene como norte el empleo de medios pacíficos y constitucionales, y esto incluye la participación en las elecciones a gobernadores y, no abandonar la protesta social en la calle. Tenemos que aprender de los errores y entender que los demócratas de este país, no podemos permitirnos que la dictadura se quede con todas las gobernaciones. Si no participamos en este proceso comicial, le facilitamos al régimen el control del poder de las regiones que piden a gritos un cambio y el final del yugo rojo que los asfixia,condenándolos al hambre, a la miseria y a la desolación. Es importante tomar en consideración que la participación masiva con el apoyo de la comunidad internacional puede superar cualquier fraude y superar por la vía electoral a Nicolás Maduro, como ya ha ocurrido en situaciones anteriores donde hemos participado.

En modo alguno debemos desmotivarnos con el fraude de la Asamblea Nacional Constituyente, la cual no avalamos ni participamos por ser de carácter ilegal e inconstitucional. No obstante, si participamos con testigos de mesa, observadores internacionales, asesoría técnica y jurídica, apertura a los medios de comunicación y un ejército de pueblo cuidando sus votos, es garantía de transparencia y de triunfo seguro.

Le pido a Venezuela y a mi estado Yaracuy, que tengan confianza en el liderazgo de la Mesa de la Unidad Democrática, quien ha estado enfrentando por diversos frentes a la dictadura de Maduro, no caigamos en el peine, ni repitamos lo que los laboratorios del régimen lanzan a las redes para crear confrontación y división.

Tenemos clara la meta y el anhelo de nuestro pueblo, que no es otra cosa que un cambio en el modelo político del país, para dar paso a un gobierno democrático, de inclusión, de justicia, de paz y de equidad.