Juan José Moreno: Dos propuestas para considerar

Caracas, 25 de febrero de 2017.- En la tónica de emitir propuestas a título personal o aquellas ajenas que nos parecieran dignas de considerar, abordamos en esta nueva oportunidad dos temas que regresan a la palestra pública del país: Diálogo y Constituyente.

Comenzando por la idea del diálogo, estimo que los recientes y renovados planteamientos del Cardenal Jorge Urosa sobre el particular,  no deberían pasar desapercibidos por quienes insistimos en explorar las diversas opciones que se nos plantean a los venezolanos preocupados en encontrar una solución pacífica y constitucional a la actual crisis política, económica y social que soporta el país. Lo expresado por este respetable sacerdote viene a constituir la reiteración de la posición sincera, y por demás valiente, de la Conferencia Episcopal de Venezuela, sobre el carácter de los acompañantes en una pretendida negociación entre el Gobierno y la oposición. Y en este caso, podemos indicar que pese a nuestro personal reconocimiento a la majestad del Vaticano, debemos señalar una realidad de la que nadie puede dudar, como es el hecho que ninguna institución más que la iglesia católica venezolana conoce como ella donde nos “aprieta el zapato”.

Por ello, podemos estimar que si queremos reiniciar un diálogo ajustado a las verdaderas exigencias de un proceso de entendimiento con resultados convincentes y por tanto satisfactorios, será necesario llegar a un acuerdo previo sobre la admisión y participación de los facilitadores o acompañantes, según sea el caso; y en cualquiera de las modalidades pensamos que si de escoger colaboradores se trata, nada más apropiado que seleccionar a quienes viven el día a día de la realidad venezolana, como pensamos es lo que nos garantiza nuestra Iglesia criolla, que se mantiene en contacto directo y permanente con la inmensa mayoría de la población  en cada rincón del país.

Por otra parte, en cuanto a las posibles soluciones planteadas por importantes sectores del pensamiento político y jurídico de nuestra nación, creo que debemos considerar sus propuestas de convocatoria a un proceso Constituyente, porque precisamente es uno de los temas que se asoma para la discusión entre quienes formamos parte del sector mayoritario de la población, que no puede ser excluido del necesario diálogo interno en el que todos estamos llamados a participar.

De acuerdo con el planteamiento de los proponentes, expresado por  una de sus principales promotoras, la constitucionalista, ex magistrada del Tribunal Supremo de Justicia, Blanca Rosa Mármol de León,  Venezuela llegó a una situación tope, donde el ejercicio de la democracia se ha vuelto imposible, con todos los poderes secuestrados, por lo que “tenemos que refundar el Estado, recuperar las instituciones y esto se logra a través de este proyecto de Venezuela reconciliada, con una constituyente originaria”. De esta opción, uno de los aspectos más resaltantes para considerar, es que viene a constituir la única que permite un proceso de convocatoria no regido por ninguno de los poderes del Estado que hoy, como el TSJ y el CNE,  impiden el libre ejercicio de elecciones sino que podría activarse sólo con el 15 por ciento del padrón electoral.

Se trata, como puede apreciarse,  de una las posibles vías pacíficas y constitucionales que nos están quedando a los venezolanos para recuperar el país que estamos perdiendo, y que en nuestro concepto debería ser considerado, para ser abordado en ese necesario debate que debe darse con la más amplia participación de los venezolanos que aspiramos despertar de la tormentosa pesadilla que nos está impidiendo vivir en paz y seguros en nuestra querida Venezuela.

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