Reinaldo Aguilera: 6D un año después…


Caracas, 07 de diciembre de 2016.- La noche del 6 de diciembre de 2015, sin duda alguna constituyo un momento que podríamos describir como casi mágico y fue un rayo de esperanza respecto a los anhelos de cambio que muchísima gente necesitaba y deseaba en la Venezuela de aquel momento; el solo hecho de observar minutos antes del anuncio oficial del primer boletín, a una de las rectoras oficialistas del CNE hacer un gesto que el venezolano entiende perfectamente, en el cual se pasó un dedo por el cuello en señal de haber perdido, fue suficiente para saber lo que venía.

Sin embargo con los antecedentes nefastos, por decir lo poco, de los anuncios provenientes del CNE, hasta no escuchar cifras oficiales nadie estuvo seguro pero sucedió, por primera vez en 16 años de “Revolución Chavista” la oposición obtenía la victoria en la Asamblea Nacional, sin duda un triunfo histórico, con el cual podrían impulsarse una serie de cambios necesarios para ordenar al menos un poco el país, como por ejemplo: sancionar leyes orgánicas o fundamentales, convocar una Asamblea Constituyente e incluso remover a los miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

Oficialmente la oposición obtuvo la victoria en 20 de las 25 regiones del país, en la que más de 19 millones de ciudadanos eligieron a sus representantes al Parlamento, sin embargo desde el mismo momento en que se supo de tal hazaña, inició el despliegue de ataques por parte del mal gobierno conjuntamente con su maquinaria, para desfigurar el resultado y como es de todos conocido, con el apoyo de nada más y nada menos que del TSJ, de tendencia oficialista recién nombrado por la asamblea saliente, el ente que debe ser el más imparcial por ser el máximo tribunal de la nación, quedó convertido en el organismo menos independiente para normar el ordenamiento jurídico del país.

A medida que el tiempo fue avanzando y se consolido la mayoría en la Asamblea Nacional, el parlamento inició su trabajo en función de lo que constitucionalmente le corresponde, que no es otra cosa que legislar, pero ante cada ley que surge, se obtiene una respuesta de parte del TSJ, declarando la inconstitucionalidad de la misma.

Cada sentencia del alto tribunal lamentablemente nos hace recordar los episodios  ocurridos en la Alemania dominada por el nazismo, en los cuales todo lo que tuvo que ver con los atropellos, las prisiones, las torturas e incluso el exterminio en masa que ya todos conocemos, se hicieron de manera legal y apegadas a las normas jurídicas vigentes; las leyes del “Tercer Reich” fueron adaptadas de acuerdo a los preceptos de la línea política y judicial de entonces, por lo que aunque parezca insólito, para los tribunales nadie cometía un delito al perseguir y eliminar a los judíos, una barbarie total de acuerdo a quien les escribe.

Lamentablemente las promesas de cambio, de mejoras para el país y en beneficio de todos con la que ganó la oposición, han sido bloqueadas por quienes se hacen llamar los defensores del pueblo, de la paz y la justicia, nada más irónico para la gravedad de los tiempos que estamos viviendo.

Así tenemos que a lo largo del año que ya se acerca a su final, se discutieron, presentaron y debatieron normas para atender la crisis socioeconómica tales como: leyes sobre la propiedad de los beneficiarios de Misión Vivienda, los cesta ticket para los pensionados y jubilados, la indemnización de usuarios del servicio eléctrico, la protección del salario y una reforma de la Ley de Cajas de Ahorro.

Para respaldar el cambio político y pacífico de gobierno se habló de enmienda constitucional, reforma de la Ley del TSJ y Ley de Referendos.

En cuanto a lo que tiene que ver con la llamada opacidad del Estado, la Asamblea Nacional trabajó en leyes como la de Acceso a la Información Pública, la reforma de la Ley de Contraloría, la reforma de la Ley contra la Corrupción, reforma de la Ley de Administración Financiera del Sector Público, Ley para el Control de Ayudas Económicas Internacionales, Ley de Salvaguarda del Patrimonio Público entre otras

En el aspecto relacionado con el  saneamiento de la economía también se enfocó el trabajo en la reforma de la Ley del BCV, la Ley de Producción Nacional, Ley de Hacienda Pública Estadal y una propuesta de programa económico para superar la crisis.

Lamentablemente de todas las leyes sancionadas por el parlamento, solo una ha sido promulgada por el poder Ejecutivo, es la Ley que regula el uso de telefonía celular y la Internet en el interior de los establecimientos penitenciarios, del resto ninguna; eso demuestra solamente una cosa, no existe y según mi percepción no existirá intención de que el país avance en otro rumbo distinto al que el mal gobierno por ahora pretende trazar.

La Asamblea Nacional está allí, es producto de la manifestación de voluntad de millones de venezolanos, muchos de los cuales el régimen se burla constantemente, ante esa burla solo me queda dejar como reflexión la siguiente frase del político estadounidense Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”; así de simple y sencillo.

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