Caracas, 07 de julio de 2015.- El jueves pasado tras una larga discusión la Junta de Dirección Nacional de Primero Justicia tomó la decisión de respaldar para el proceso electoral parlamentario 2015 una tarjeta única que represente a absolutamente todos los partidos que hacen vida en la Mesa de Unidad Democrática.

Ante la peor crisis de la historia el país necesita madurez histórica de quienes nos oponemos a las políticas fracasadas actuales de generar una unidad perfecta lo suficientemente sólida para enfrentar a un poder total estatal y comunicacional que buscará impedir cualquier opción de que nuestro mensaje de cambio llegue a la mayoría de los venezolanos. 

Es por eso que en esta coyuntura crítica, todos los partidos debemos potenciar de manera decisiva a una opción clara de triunfo, creando un espacio único que exprese a una mayoría articulada y sólida que logre el cambio que Venezuela quiere y está necesitando: la Unidad Democrática; y así ante una oportunidad única: con tarjeta única, candidatos únicos, estrategia y comando único contribuir a lograr un fin único: un cambio histórico para que Venezuela gane un nuevo Parlamento.

Venezuela requiere un Poder Legislativo que recupere su papel en el control del gasto del dinero de todos los venezolanos, que investigue sin reparos la corrupción gubernamental, que otorgue hoy más que nunca a los venezolanos instituciones fuertes e independientes que garanticen la Justicia y la Democracia, y sobre todo que promueva iniciativas legislativas que contribuyan a aliviar la grave crisis que enfrentamos y promover el progreso económico de las familias venezolanas.

Entre más oportunidades de triunfo, más arbitrariedades y mañas del poder para evitar el cambio que el país está necesitando, el Gobierno tiene miedo de que la gente vote y hará todo lo posible por meter miedo con amenazas y chantajes, pues sabe que una nueva mayoría en la Asamblea Nacional va a significar ese cambio que quieren los venezolanos, un país donde haya entendimiento, mucha producción venezolana que aumente los productos en los anaqueles, las medicinas en los botiquines, acabe con las colas y baje los precios, donde se disminuya la impunidad para que aumente la seguridad y donde el respeto a las leyes y a la libertad de la gente sean la regla y no la excepción.