Caracas, 25 de mayo de 2015.- Todas las acciones que viene realizando el gobierno desde hace algún tiempo, dicen a las claras que se saben perdidos. Sus constantes huidas hacia adelante son muestra del estado de desespero que tienen, porque entienden que la calle y el apoyo de la gente ya no les pertenece.

Ellos saben que nuestro pueblo perdió la credibilidad en un modelo corrupto e incapaz, que solo ha dejado cifras lamentables por las que somos noticia en el mundo, como tener la tasa inflacionaria más alta del mundo, ser el segundo país más violento de Latinoamérica, ser una nación marcada por colas interminables para adquirir productos básicos, ser titular de primera página en medios impresos internacionales por escándalos de corrupción y colocación de sumas mil millonarias en bancos de Andorra, España, Panamá y Luxemburgo, más el brutal endeudamiento al que han sometido el país.

Ese temor que Nicolás y su grupo de enchufados sienten, debe ser el impulso para que crezca más nuestra esperanza y nuestra fuerza. Hechos como tener secuestrada la fecha de las Elecciones Parlamentarias y la designación de los diputados al Parlamento Latinoamericano a dedo, cuando la tradición que se estableció a través de la propia Asamblea Nacional Constituyente era que el Parlatino iba a ser electo por el pueblo venezolano, además de criticar las primarias de la Unidad, dejan en total evidencia que hace rato ya no son la tal mayoría que pregonaban.

El miedo a perder el poder ha desatado los demonios del gobierno, más cuando una investigación del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), señala que 87% de los venezolanos asegura que votará en las parlamentarias. Dicho estudio también revela que a pesar de que los encuestados tienen desconfianza en el CNE, 69% otorga un amplio valor al voto. Los enchufados conocen estos datos, y por eso, buscan por todos los medios, desmovilizar, generar desesperanza para tratar de que nuestro pueblo no se exprese, porque saben que el ruido, que el clamor que se escucha en todos los rincones del país, grita CAMBIO.

Ese mismo estudio señala que la oposición lidera la intención de voto con 39,25%, mientras que el PSUV tiene solo el 15,5% de apoyo. Nuestro pueblo está claro y cada vez toma más consciencia sobre la importancia de las Elecciones Parlamentarias, como alternativa para empezar a salir de la crisis. Al gobierno se le agotó el tiempo. Ya el pueblo no les compra el discurso de que la revolución bonita es la alternativa para derrotar la pobreza. Sabe además, no solo que los enchufados mal utilizaron los recursos provenientes de la renta petrolera y no fueron previsivos para enfrentar los tiempos de vacas flacas, sino que además se robaron millones de dólares que hoy serían de gran utilidad para paliar la crisis que estamos enfrentando, es decir, tienen a nuestro pueblo pasando más calamidad que nunca.

Como también es cierto que el gobierno discrimina y manipula hasta cuando otorga los incrementos salariales. Lo hemos repetido, estamos de acuerdo con los ajustes salariales que benefician a nuestro pueblo, pero los mismos deben ser otorgados con justicia y  no con parcialidad ¿Por qué el gobierno no dio a los docentes el mismo incremento que a los militares? Ellos creen que teniendo bien a un grupo se mantendrán en el poder.

Por cierto, en ese anuncio no quedó claro si están incluidos en el ajuste salarial,  los más de 100 mil profesionales de la enseñanza estadales y municipales. En todo caso, lo justo y necesario es que ese grupo de hombres y mujeres perciba el mismo aumento, porque tienen las mismas necesidades que los maestros nacionales. Aquí se tiene que acabar la discriminación y la manipulación política, porque lamentablemente quien siempre resulta perjudicado es el pueblo.

Los venezolanos tenemos que tener más claro que nunca, que el miedo que sienten los enchufados, se debe a que millones de ojos y mentes han empezado a abrirse, porque cada día son más las personas que antes creían en el proyecto que ofrece el oficialismo y que ahora se han sumado al cambio y el progreso. A ese cambio que proponemos y por el que trabajamos todos los días, ese donde la atención hacia nuestro pueblo sea directa y sin alcabalas.

Esa transformación que requiere nuestra Venezuela pasa porque nadie tenga que sentirse más nunca obligado a pensar de una manera u otra. A no tener que inscribirse en un partido político para poder obtener los beneficios sociales que pertenecen al pueblo. Pasa también por tener ciudadanos independientes y críticos, con una buena educación y formación que les abra las puertas de las oportunidades y pongan fin a la manipulación y al chantaje de cualquier gobierno.

Esa Venezuela posible, con la que todos soñamos, está a la vuelta de la esquina y podemos lograrla si seguimos creciendo como la mayoría popular más grande de toda nuestra historia. En nosotros está la fuerza para lograr el cambio que merece nuestra Venezuela, y eso podemos hacerlo si estamos todos unidos. ¡Qué Dios bendiga a nuestra Venezuela! ¡Sobran razones para unirnos!