Caracas, 23 de enero de 2015.- Si algo dejo claro la Memoria y Cuenta presentada la noche del miércoles por el Presidente Nicolás Maduro ante la Asamblea Nacional, es que la única política coordinada del gobierno es la improvisación.

En un discurso plagado de refritos, sin noticia y sin brillo, Maduro trató de decirle a los venezolanos que su gira turística de principios de año sirvió de algo, cuando el mercado del crudo mundial nos aclara diariamente que no surtió el efecto deseado pues la caída de los precios se mantiene sin cambios.

La frase de la noche que dejó perplejos a los diputados de la bancada oficialista, salió sin aspavientos: “el petróleo a 100 $ no volverá”. Si este fue el resultado de su gira, si gastamos millones de dólares para que Maduro y su séquito de enchufados viajaran a alcanzar los precios justos del crudo y ese fue el resultado, entonces podemos concluir que fue un fracaso total y rotundo.

Durante su alocución el Mandatario trazó las líneas que han caracterizado a la administración desde que arribó al poder el llamado “Socialismo del Siglo XXI”, anuncios de obras y nuevas misiones sin mencionar de donde saldrían los recursos, un aumento salarial sin detalles de cómo será cancelado y un nuevo sistema cambiario que luego explicarían sus ministros, en pocas palabras, un plan de gobierno improvisado que irán resolviendo a medida que surjan los problemas.

Maduro se asemejó mucho a ese célebre personaje de la novela “Por Estas Calles”, Eudomar  Santos, quien vivía bajo la premisa  del “como vaya viniendo, vamos viendo”; si esta forma de vivir luce peligrosa en una persona, ni hablar de lo trágico que es para un país que es gobernado sin planes, ni una verdadera visión de futuro y progreso, estamos condenados al atraso y Venezuela no merece esto.

El tan cacareado Plan de la Patria se fue por el despeñadero, un petróleo a menos de 100 dólares por barril lo hace inviable y eso se leía en las caras de los diputados oficialistas ante el anuncio presidencial.

Pero la cúspide del discurso llegó con la frase “Dios proveerá”, en un ambiente religioso es una frase digna, pero ante la Asamblea Nacional, los representantes de todos los Poderes, el alto mando militar, y el cuerpo diplomático, entre otros,  es sencillamente la confesión de que en la economía el gobierno seguirá improvisando y los venezolanos tendremos que pagar sus errores.

Venezuela requiere un gobierno que gobierne, no un irresponsable enchufado que improvise, por eso salgamos a marchar este 24 de enero. Te esperamos…