Caracas, 03 de enero de 2015.- Como saben, no acostumbro escribir en primera persona, pero considero oportuno dejar una vez más testimonio claro frente al país de lo que han sido más de dos años de persecución política en mi contra,que comenzó el 13 de septiembre de 2012 cuando, de manera ilegal y manipulada, se presentó al país un video editado donde se me acusó de todo cuanto la mente de algunos, que son esclavos de la maldad, les permitió inventar.

En esa oportunidad, conmigo se estrenó en la política venezolana una repudiable manera de hacer oposición, al contrario, no desde la confrontación de las ideas o las propuestas, sino desde laboratorios delictivos de guerra sucia para buscar el linchamiento moral y ético del adversario y así sacarlo de juego.Ese día, no menos de 100 veces se repitió el video a través de los medios oficiales. Lamentablemente, este vil modo de “oposición” fue aplicado luego a otros compañeros de lucha como Richard Mardo, Mercedes Aranguren, Oscar López, María Corina Machado, Carlos Eduardo Berrizbeitia y un largo etcétera de líderes sometidos al linchamiento moral y ético. 

Ese mismo 13 de septiembre tomé una decisión que he mantenido invariable a lo largo de mi vida, y es dar la cara siempre y afrontar esta persecución como un testimonio claro, frente a todo nuestro pueblo, del compromiso inquebrantable de lucha que tenemos para abrirle a nuestro país las puertas del futuro y la unidad nacional. Y fue así como en horas de la tarde de ese día di una rueda de prensa donde expliqué, con detalles, todo lo relacionado con el caso, y con la contundencia de la verdad pudimos desmontar la olla que se había montado en mi contra. El 18 de septiembre me presenté en la plenaria de la Asamblea Nacional y enfrenté, una vez más, la arremetida de la mentira en mi contra. Allí mismo me separé del cargo para someterme a cualquier investigación. Transcurrieron más de cuatro meses sin haber sido citado a ninguna instancia y tomé la decisión de retomar mi trabajo parlamentario en la cámara, ratificando mi disposición a ser investigado. Y fue el 20 de mayo de 2013 (ocho meses después) cuando la Fiscal General amaneció en el Tribunal Supremo de Justicia presentando la solicitud de antejuicio en mi contra. Ese mismo día, con treinta minutos de diferencia, el diputado Ismael García  –hoy también perseguido– presentó al país el audio de Mario Silva que aún retumba en la conciencia colectiva de todo el pueblo venezolano. 

Seis meses después, el 17 de octubre de 2013, el TSJ admitió la solicitud fiscal en mi contra, y también en ese momento estaban persiguiendo a la diputada Mercedes Aranguren para allanarle la inmunidad parlamentaria y hacerse del diputado 99 para la aprobación de la Ley Habilitante. 

Transcurrió más de un año y reactivaron mi caso, fijándome audiencia para el 23 de octubre. Simultáneamente se desató una feroz persecución contra María Corina Machado, Carlos Eduardo Berrizbeitia, Ismael García y los ex gobernadores Pablo Pérez y Morel Rodríguez. 

En la noche del miércoles 26 de noviembre, mientras una comisión del Sebin se presentaba en la residencia de María Corina Machado para citarla y ser imputada por el delito de conspiración, en la página WEB del TSJ se publicaba la sentencia en mi contra, y al día siguiente, una vez leída la sentencia  –que deja muy clara la intención de primero cortar mi cabeza y luego investigar–  hasta ese momento, luego de más de dos años, el único “investigado” en este caso era yo. Entonces dimos la cara y tomamos la decisión de dar un paso adelante renunciando, por ahora, a nuestra condición de diputado para poder seguir luchando activamente en la calle y mantener invicto a nuestro municipio Sucre. 

Hoy ratifico mi compromiso de lucha frente a todos. Juan Carlos Caldera no se rinde. Yo convoco a todos los venezolanos a no rendirse. ¡Que triunfe la esperanza!