Armando Briquet: Familias Separadas


Caracas, 28 de diciembre de 2014.- Muchas son las historias de familias venezolanas que se han separado en estos últimos años. Muchas, más de las que quisiéramos, han perdido seres querido en manos de la inseguridad que día a día cobra más víctimas. Otras se han separado porque alguno de sus miembros, en su mayoría los más jóvenes, han decidido probar la suerte y las oportunidades que en su país no han tenido. Algunas también se han dividido por razones políticas, pues la división y la confrontación que sufre el país también han calado en el núcleo familiar.

Lo cierto es que muchas familias venezolanas vivirán estas fechas con un sinsabor, con tristeza y nostalgia, pero sobre todo teniendo en mente un solo deseo: que esta situación mejore y vuelvan a estar juntos con sus seres queridos pronto.

Pero en esta oportunidad vale la pena hacer especial mención a los presos políticos y sus familias. Este año que está por terminar ha sido unos de los peores años que hemos vivido por persecución y represión política. Abogados, políticos, estudiantes, tuiteros, ciudadanos comunes que han sido víctimas del Estado y del abuso de poder.

Al día de hoy son casi 70 presos políticos que están en prisión, sufriendo abusos de poder y retardos procesales, solamente por pensar distinto y buscar construir un país distinto a este maltrecho que vivimos hoy. Presos políticos que no disfrutaron las navidades sin sus hijos y esperan recibir el año en familia y no encerrados entre cuatro paredes. Presos políticos que esperan justicia, presos políticos que no pierden la esperanza ni el aliento, presos políticos que anhelan la libertad plena para seguir trabajando para alcanzar la Venezuela que todos nos merecemos.

Las organizaciones internacionales de derechos humanos, organizaciones no gubernamentales en nuestro país, partidos políticos de la región e incluso presidentes de países vecinos se han pronunciado ante esta situación y todos coinciden en afirmar que en regímenes democráticos no hay cabida para los presos políticos. En democracia se respeta la vida y la opinión de quienes difieren del Gobierno, en democracia se protege y se respeta la protesta y los que la ejercen libremente, en democracia se tiene el libre derecho de militar en cualquier partido político, y tal parece que todos estos derechos han sido violados por la justicia en nuestro país.

Siempre valdrá la pena exigir la liberación de los presos políticos. Nunca serán demasiados los llamados al Gobierno o a los tribunales para que se haga justicia. Bien vale la pena pedir por su libertad. ¡Esperemos que llegue pronto!

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