Caracas, 30 de noviembre de 2014.-Cuando escuché por TV el nombramiento de Freddy Bernal como Comisionado Presidencial para adelantar la reforma policial, se me vino a la memoria aquella frase que, según cuentan, le dijo Carmelo Lauría a Aristóbulo Isturiz cuando fue electo Alcalde de Caracas en año 1993: “Ya vas a ver que una cosa es pedir agua y otra es darla”.

Con ocasión del trabajo parlamentario, donde en todos estos años nos tocó trabajar  con Bernal tanto en la Comisión Desarme como en la Comisión de Política Interior, tuvimos la oportunidad de conversar mucho acerca del problema de la violencia criminal, y dentro de ese complejo cuadro el papel de nuestros cuerpos policiales. No fueron pocas las audiencias que, como miembros del grupo de trabajo número 3, efectuamos para recibir denuncias de ciudadanos acerca de actuaciones irregulares de funcionarios de cuerpos policiales.

Debo decir que no se trata de un improvisado a quien pusieron al frente de tan desafiante responsabilidad sino, por el contrario, a una persona con la suficiente experiencia no solo por su condición de ex policía, sino también por haber manejado un cuerpo policial cuando fue alcalde y por conocer políticamente muy bien el mundo de los grupos armados irregulares, lo que le permite tener una visión clara para emprender por el camino correcto la tarea que tiene entre manos, como es transformar de raíz a nuestros cuerpos policiales.

Pero el éxito de esto no depende solamente de la experiencia o de la voluntad de una sola persona, o del equipo que le acompañe, sino además de eso fundamentalmente depende de la voluntad Política (con P mayúscula) del alto gobierno de acometer de manera sostenida una serie de decisiones con su respectiva asignación de  recursos para poder pasar de la teoría a la práctica y que los Venezolanos podamos sentir  confianza y seguridad frente a la autoridad policial.

Ya existe un punto de partida para esta reforma, como lo son los estudios que en el año 2007 se emprendieron desde CONAREPOL, sobre los cuales merece la pena rescatar muchas cosas, como la visión integral y profesional que debe privar en nuestros cuerpos policiales no importa si se trata de un policía municipal, estadal o nacional.

Ponemos una vez más a la orden como siempre lo hemos hecho, todos nuestros proyectos en esta materia, vale la pena insistir en la necesidad de “más y mejores policías” que no es otra cosa que el fortalecimiento de las policías estadales y municipales a la par de los esfuerzos que se hagan en las policías de carácter nacional, aunado a una revisión de las condiciones socioeconómicas de los funcionarios policiales, estamos convencidos de la necesidad de contar con funcionarios policiales bien remunerados e igualmente el plan de dotación mínima policial que garantice la operatividad básica de nuestras policías.

Desde esta tribuna, al igual que la inmensa mayoría de los venezolanos, hacemos votos por el éxito de esta responsabilidad. Sí Bernal al menos emprende la mitad de las cosas que está claro se deben hacer, estoy seguro que no se le quemaran las manos con la papa caliente que le pusieron.

Juan Carlos Caldera López