Caracas, 24 de octubre de 2014.- Esta semana acudió a la Asamblea Nacional el ministro de Finanzas, Rodolfo Marco Torres, para presentar el presupuesto para el próximo año. En medio de una fuerte crisis económica, estábamos expectantes para conocer a qué nos podemos enfrentar el próximo año, tener una idea de cuáles medidas tomará el Gobierno para enfrentar esta situación que se agrava cada día más, y escuchar del ministro responsable del Gabinete Económico asumir las responsabilidades de esta situación.

Esto no pasó. No se dijo nada que nos hiciera pensar que el año que viene va a ser mejor que este atropellado 2014 y mucho menos se asumieron las culpas en los errores que el Gobierno ha cometido desde hace varios años. Si usted estaba esperando alguna respuesta o medida que le ayude al bolsillo, le toca esperar un poco más.

Vale la pena hacer memoria de todas las veces en que el Presidente o algún miembro del Gabinete ha acudido a la Asamblea Nacional, como lo manda la ley, a presentar el presupuesto o a rendir la memoria y cuenta y lo que le presentan al país resulta totalmente distinto a lo que se vive en el día a día. Nos dijeron que mantendrían el dólar a 6,30 todo el año y a las semanas se devaluó la moneda; estimaron un precio del barril de petróleo que se quedó muy por debajo del precio real haciendo que el excedente lo administre el Gobierno a discreción y sin control; han hablado de la cifra de inflación que quizás se refiere a un país que no es el nuestro, porque la que sufrimos todos hasta ahora ronda 60% duplicando la estimada en el presupuesto.

El Gobierno evidentemente no sabe leer la crisis que generó y tampoco ha entendido que el pueblo ya no le cree sus excusas. Las encuestas que circulan por allí demuestran que la gente no cree que el contrabando sea la causa del desabastecimiento ni que la captahuellas garantice que vamos a conseguir los productos que queremos en los anaqueles. La mayoría del país rechaza el modelo económico que este gobierno se empeña en seguir aplicando a costa del bolsillo y del futuro de todos nosotros.

Sin credibilidad y repitiendo errores. Dos elementos que reúne el Gobierno y que evidentemente no van a contribuir a solucionar esta crisis que se hace más grave con el paso de los días.