Libertador, 23 de octubre de 2014.- Estamos frente a un modelo económico fracasado y absolutamente desfasado. Aquí se ha manejado más de Un Billón Trescientos Mil Millones de Dólares, y la crisis política, económica y social que enfrentamos los venezolanos no se justifica. Es decir, el sector salud, educativo, seguridad social, están en quiebra, producto de la corrupción de los jefes de estas mafias llamado gobierno.

Los “estrategas” de estos cárteles, presentan el presupuesto ordinario de la nación, basados en 60 dólares por barril de petróleo, y siempre se han quedado con un colchón que manejan a discrección y aunque no sabemos de cuánto dinero se reservan, sí sabemos que esto es para utilizarlo en sus caprichos y en sus actos de proselitismo y trampas políticas.

Si el precio del petróleo sigue en descenso como hasta ahora, vendrán los tiempos de las vacas flacas y que Dios nos agarre confesados, porque sí con toda la bonanza, no supieron hacerlo bien, sino que por lo contrario, nos sumergieron en la peor crisis que hemos vivido. Aquí no sólo aprueba un presupuesto millonario para la nación, sino que en créditos adicionales, también se llevan una gran tajada y como ellos se pagan y se dan el vuelto y no permiten una contraloría por parte de la oposición o del pueblo, hacen de las suyas, y mientras tanto el país en ruinas.

Aquí la crisis profunda que vivimos abarca con contundencia, la producción nacional, las infraestructuras y obras que pudieron ser una solución para miles de venezolanos.No obstante, obras como el Ferrocarril del Centro el cual contó con una inversión de Seis Mil Millones de Dólares y que es producto de un préstamo del Fondo Chino, que debería estar concluido para el mes de noviembre, sólo el setenta por ciento es lo que está concluido. Así pasa con importantes autopistas, la Misión Vivienda, hospitales y un sinfin de promesas, sólo han quedado en engaño. Asimismo, los programas sociales del país están totalmente abandonados y destruidos, y cito por ejemplo, la Misión Barrio Adentro, de Siete Mil Módulos que en un momento estuvieron operativos, hoy lamentablemente funcionan Dos Mil y a duras penas. Los pobres para esta revolución son un discurso y una retórica más. Nuevamente los venezolanos nos preguntamos. A dónde fue a parar esa gran cantidad de dinero que era supuestamente beneficiar a la gente.

Ahora, no conformes con todo el dinero que han manejado producto del presupuesto y créditos adicionales pero que lo han mal gastado, pretenden despojar a los gobiernos locales de la oposición de los recursos que son del pueblo. No obstante, hoy amenazan con expropiar los recursos del estado Miranda, pero estos son recursos económicos que le pertenece al pueblo mirandino constitucional e institucionalmente hablando. Pero el gobierno por complacer a candidatos del oficialismo que fueron vencidos por el pueblo para las gobernaciones, pretenden a través de corporaciones, expropiar el dinero que constitucionalmente les pertenece al pueblo.

Este gobierno le debe a todos los santos una vela, es decir, ya no sólo tenemos una deuda externa millonaria, sino que al coloso chino y a otros cuantas potencias, ya les debemos hasta la forma de caminar y han hipotecado a unas cuantas generaciones de venezolanos.

Ya no es sólo Jorge Giordani quien ha denunciado que se robaron más de 25 Mil Millones de Dólares, sino la mayoría de las encuestas revelan que el dinero que ha manejado este gobierno, no ha sido utilizado para resolver los problemas elementales y estructurales como la salud, la vivienda, obras, y de cualquier cantidad de promesas presupuestadas y que jamás fueron ejecutadas.

Los tiempos de crisis que se avecinan en el corto plazo requieren de una mayor compenetración política. Hoy es urgente y una obligación una reunificación de las fuerzas democráticas de este país, requerimos movilización y coordinación de la acción para que haya un verdadero cambio en el país. Hoy se avisora en el panorama político, que vamos rumbo a una gran victoria electoral en las elecciones parlamentarias del 2015, y por ello el desaforo, el nerviosismo, la persecución, el amedrentamiento y el desespero jurídico por todos los dirigentes de la oposición venezolana, que nos enfrentamos sin miedo ni titubeos a un gobierno que llegó a su final y sólo está dando patadas de ahogados para mantenerse en el poder.