El Hatillo, 20 de octubre de 2014.- Son muchos años que venimos como venezolanos escuchando disconformidades con el Consejo Nacional Electoral, la más recurrente sin duda la de la poca imparcialidad política del mismo ente comicial en su accionar, situación que ha sin duda sembrado dudas razonables en la mayoría de los venezolanos sobre su correcto funcionamiento. Sin embargo, y pese a estas situaciones, la mayoría de nuestro pueblo sigue apostando y seguirá apostando al camino electoral como salida para resolver los conflictos.

Hoy en día en la Asamblea Nacional se ha activado el proceso de renovación de los rectores del CNE. De inmediato han empezado a surgir tesis por parte de algunos sectores políticos que van desde los supuestos acuerdos para lograr una repartición de cuotas hasta la mutilación del proceso a través de una sentencia del TSJ que designe a dedo los nuevos rectores. Sin embargo, nuestro pueblo quiere transparencia en todo el proceso.

Estamos a las puertas de elegir un CNE que tendrá la responsabilidad histórica de conducir próximos procesos electorales que marcarán sin duda el cambio político que viene para nuestra Venezuela, es por eso que es de suma importancia garantizar que todos los sectores de la sociedad que hacen vida, se sientan representados e incluidos en la nueva conformación directiva del ente comicial, de eso va a depender la paz de la república  y el respeto a la soberanía popular.

El gobierno tiene que entender que el país cambió, que el CNE no puede convertirse en una sucursal del partido oficial, que por el contrario debe abrirse a los sectores de la sociedad que desean hacer un trabajo transparente, institucional y apegado a la ley; ya basta de que en épocas electorales los ordenamientos jurídicos que regulan la materia comicial sean abiertamente violados sin que nadie le ponga orden a esa situación, generando un clima de desequilibrio y de ventajismo que se refleja en muchos de los resultados electorales que hemos observado.

Estamos a las puertas de un paso histórico para la institucionalidad y para el rescate del voto como herramienta confiable para el ciudadano, no hagamos de este proceso una diatriba política estéril, convirtamos más bien esta oportunidad en un ejercicio de fortalecimiento democrático.

Eduardo Battistini