En las últimas horas el gobierno ha incrementado la política de persecución contra la disidencia venezolana y contra la Mesa de la Unidad Democrática, vinculándolos de alguna manera con actos vandálicos, terroristas y paramilitares, pero todos sabemos la realidad de lo que hoy acontece en Venezuela, a este gobierno irresponsable se les fue de las manos el control de los grupos violentos y colectivos que han utilizado para amedrentar, atacar y perseguir a todo aquel que tenga un pensamiento distinto.

Hoy vemos como con el Plan Desarme, no han podido ni podrán despojar de sus armas a estos grupos que operan al margen de la ley pero con la anuencia de este gobierno, que basado en un odio enfermizo no les ha importado llevarse por delante las leyes y la justicia, han impuesto la persecución y la violencia como brigada de choque de los pensamientos y las acciones de quienes propiciamos un cambio en todos los sentidos en este país.

En esta cacería de brujas nos atacan por denunciar los graves hechos de corrupción y de perversidad de una gente inmoral e ineficiente que hoy tienen secuestrado el Estado, nos atacan y nos quieren sembrar expedientes y acciones que jamás hemos cometido. Yo les digo con mucha responsabilidad, aquí el enemigo lo tienen dentro del propio gobierno que está dividido en mafias y cárteles, y esa lucha desmedida por el poder los lleva a cometer atrocidades que después quieren achacar a la oposición.

El lenguaje del odio que han manejado en estos últimos años ha sido el detonante para estas persecuciones y para toda esta agresividad que se ha desatado porque en su objetivo de enfrentar pueblo con pueblo, no les ha importado el precio histórico que tendrán que pagar tarde o temprano.

Vemos con estupor como el Presidente de la Asamblea Nacional utiliza un verbo encendido de odio y de incitación a la violencia, vemos como el propio Presidente de la República, habla en cadena nacional a un solo sector de este país, porque no se han querido dar cuenta que el país está dividido en dos realidades, utilizan adjetivos incendiarios y ofensas que han servido de antesala a toda esta ofensiva de ataques en los últimos tiempos.

Sin embargo, han sido tan irresponsables que no se dieron cuenta que en algún momento se les iba a ir de las manos esta “alianza” con los grupos violentos, colectivos y paramilitares que han utilizado como socios en estos últimos años para que ejecuten el mal y acciones macabras. En horas recientes, hemos visto como fueron asesinados cinco colectivos en la esquina de Glorieta y el director del CICPC, dice que se trataba de los integrantes de la banda El Odremán, y es que acaso ellos no saben que la mayoría de estas personas tienen prontuarios policiales, son ex convictos, prófugos de la justicia y han cometido un sinfín de crímenes por los cuales no han pagado. Es que acaso no sabían, quiénes, de qué forma y cómo estaban conformados?.

Esta es una guerra a cuchillos entre estas mafias que hoy operan dentro del gobierno nacional, y seguramente, ha de terminar muy mal para ellos, porque por más de que traten de incriminar a la disidencia venezolana en estas actuaciones delictivas no podrán, porque quienes manejan aquí las armas, los colectivos violentos, las fuerzas policiales, las fuerzas paramilitares, las fuerzas judiciales y el poder nacional son precisamente ellos, quienes pactaron con el diablo y cuando se han están prendiendo en el infierno sí se acuerdan de Dios.

Caracas, 09 de octubre de 2014.- No obstante, el gobierno es el administrador de la violencia y solamente es quien maneja las armas, sino que ha permitido quienes manejan armas ilegalmente como los grupos paramilitares llamados colectivos las tengan. En consecuencia, es el gobierno quien debe dar una explicación de todos los horrendos crímenes que han venido ocurriendo en los últimos tiempos en Venezuela. Además de eso, deben rendir cuentas de la violencia masiva y desatada que hasta ahora no hay manera de que el gobierno más allá de anunciar planes de todo tipo pueda resolver.

El país espera que en las próximas horas se aclaren muchas cosas, muchas incógnitas que hasta ahora están ocultadas por el propio gobierno porque son ellos quienes tienen la capacidad de decirle al país qué es lo qué está pasando con esta ola de crímenes que están ocurriendo en Venezuela donde además se ha permitido la actuación de grupos irregulares que actúan al margen de la ley con la protección del Ministerio de Interior y Justicia.

Ahora más que nunca la unidad debe estar fortalecida y en función de un solo propósito, Venezuela no puede seguir siendo territorio de forajidos y criminales. Tenemos una gran responsabilidad en estos cambios que han de propiciarse en los días por venir, porque nos llevaron a un atolladero del cual vamos a salir, pero sólo actuando con unidad y en función de un solo propósito de país, sin mezquindades, ni personalismo. Ha llegado la hora nuevamente, de actuar por el país. Unidos lo podemos lograr, porque ya basta de abusos, de persecuciones y de tanta violencia. Venezuela merece ser un territorio de paz, unidad y progreso y lo vamos a lograr.

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