Cumaná, 19 de septiembre de 2014.- Hoy se nos ha ido un justiciero, más que un compañero de lucha, un amigo, un hermano de toda nuestra familia justiciera. Hoy se nos fue un joven venezolano lleno de ganas de vivir, brillante, alegre, admirable y sencillo.

Antonio Marcano, “nuestro Dudamel” como solíamos decirle, fue un ejemplo de lucha y firmeza en su dura batalla contra el cáncer.

Dudamel nos impregnaba siempre de su alegría, energía, su humildad, su templanza y sobre todo: sus ganas de luchar por un cambio en Venezuela.

Nos duele fuertemente su partida, pero debemos entender que Dios quiso llevárselo a su lado y que ahora desde el cielo seguirá con nosotros, con su familia pejotera, protegiéndonos, guiándonos por el camino del bien y procurando lo mejor para todos sus seres queridos y para Venezuela.

Nunca se está preparado para redactar unas palabras de esta magnitud. Nunca se está preparado para decirle adiós a alguien a quien ayer estaba a nuestro lado.

Hoy te rendimos homenaje Antonio, y te decimos dolorosamente Adiós. Hoy todos tus hermanos deseamos que descanses en paz y te expresamos que siempre estarás en nuestros corazones. ¡Nunca te olvidaremos Dudamel!

La muerte nunca avisa, solo llega el día menos pensado. Por eso, no pudimos decirte muchas cosas que hubiéramos querido. Por eso, los invitamos a despedirnos de Antonio de la mejor forma: Demostrando nuestro cariño, afecto y amor a todos los que nos rodean.

No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy. Empecemos por dar un fuerte abrazo a la persona que tenemos a nuestro lado y a decirle los mucho que la apreciamos. Continuemos dando un abrazo a nuestros padres, hermanos, parejas, familiares, amigos y conocidos, y que no se nos vaya el día de hoy sin decirles: ¡Te Quiero! ¡Te Amo!

Estamos seguros que Antonio estará complacido desde el cielo al vernos dar estas muestras de afecto y amor.

Hoy se nos fue una piedra preciosa invaluable. Hoy nuestra familia justiciera, nuestra Cumaná, nuestro Estado Sucre y nuestra Venezuela están de luto con tu partida.

Que Dios te tenga en su gloria y que junto a los ángeles guíes siempre nuestros pasos. Descansa en Paz Antonio, nuestro “Dudamel”. ¡Nunca te olvidaremos!