Caracas, 09 de septiembre de 2014.- Cada vez se hace más clara la importancia de las próximas elecciones legislativas para marcar el rumbo político del país. Dentro de la oposición, estamos en la obligación de entender este panorama y de trabajar en función de obtener una innegable mayoría en el Parlamento el año que viene; para desde ese importante espacio empezar a impulsar los cambios que necesita la nación. Tener una agenda distinta es hacerle el juego al Gobierno.

No hay un camino más corto ni más efectivo para hacerle contrapeso al proyecto del Gobierno que la Asamblea Nacional. Pero para lograr ese cometido, es fundamental que todos los que hacemos vida dentro de la oposición nos montemos a trabajar y recorrer el país junto a las comunidades; para así llevar el mensaje de cambio y motivar a una sociedad que cada vez está más desmoralizada y golpeada por las políticas oficiales.

Todos los cambios en el Gabinete y las medidas económicas que el Gobierno lleva a cabo, están atadas a una demagógica estrategia electoral que ya deben estar afinando para no perder más espacios en el Parlamento; sin embargo la crisis generalizada que vive el país tiene descontenta a casi el 80% de la población, que está urgida por escuchar propuestas que contemplen soluciones a los múltiples problemas que enfrentan a diario.

Resulta muy contradictorio para la gente, oír a hablar a Maduro de avances y logros de gestión, en un país que no tiene agua, electricidad, hospitales ni  seguridad de ningún tipo. Además, gran parte de la población ya establece comparaciones entre el ritmo diario  que lleva el ciudadano corriente, que debe enfrentarse a los problemas antes señalados; y el estilo de vida lleno de privilegios que se dan quienes hoy tienen el poder en Venezuela.

En estas últimas semanas hemos visto pacientes renales y enfermos con VIH protestar por falta de insumos y medicamentos, madres reclamando harina de maíz y leche para darle comida a sus hijos, comunidades rechazando el alza de las tarifas eléctricas, hospitales cerrados y victimas de la violencia desmenbradas, entre otras muchas situaciones. Este deterioro y caos social es una olla de presión para el Gobierno que no tiene como dar respuestas estructurales al país.

Diversos sondeos de opinión explican que la mesa esta servida para las dos tendencias políticas del país de cara al próximo proceso electoral, los del Gobierno tienen que empezar a dar respuestas concretas y palpables a los problemas básicos que sufren los venezolanos, cosa que ya no están en capacidad de hacer;  y nosotros en la oposición tenemos que ir a buscar a todas las comunidades, estimular a todos con  nuestro mensaje de progreso y hacerlos parte del cambio. La Asamblea Nacional es el camino y constituye un paso fundamental para lograr un país mejor.