San Carlos, 28 de julio de 2014.- Más del 67% de la población venezolana manifiesta en las últimas encuestas que su situación económica y social es peor que la del año pasado; y al preguntarles si tienen esperanza que la situación mejore, el 72% considera que para el próximo año la cosa se puede poner mucho peor. Éstos estudios de opinión reflejan que el pueblo venezolano está viviendo una zozobra permanente en su día a día, el dinero no  alcanza para suplir las necesidades básicas, todo está caro por una inflación galopante, el desabastecimiento terrible no permite que uno encuentre productos de primera necesidad, los servicios públicos como el agua y la luz son absolutamente precarios, la inseguridad es un tragedia con la que el venezolano ha tenido que aprender a convivir, etc. En tal sentido, al pueblo venezolano le urge un cambio para revertir la situación actual, sin lugar a dudas estamos muy claros que el problemas acá es la copia de un modelo económico fracasado (el cubano) por ser generador de miseria y no buscar en lo más mínimo que el pueblo progrese, porque para ellos (el gobierno) haría que el pueblo luego de progresar se convierta en “escuálido” según  palabras del propio Ministro Héctor Rodríguez.

Ahora bien, para que ese cambio se dé, hay que construirlo y no forzarlo, la diferencia  entre construir y forzar, es que lo primero se hace juntos y en equipo, lo segundo se hace por la fuerza y de manera vertical. Es por ello, que si al caso político y coyuntural vamos, es preferible quedarse con el primer camino, ya que solo juntos podremos sumar los esfuerzos necesarios para obtener una formula lógica que nos permita acceder hacia una nueva Venezuela.

¿Cuándo podremos llegar a ese cambio? El pueblo es sabio y por ende sabe que los cambios pacíficos son duraderos; en ese sentido, la fórmula para propender ese cambio es el camino electoral, y las próximas elecciones a efectuarse en nuestro país son los comicios legislativos del año 2015, el cual será la oportunidad clave para cambiar los poderes en el país, de ganar las elecciones en la Asamblea Nacional podríamos nombrar un nuevo Contralor y Fiscal General  que le puedan dar un parao a la corrupción; podríamos nombrar un nuevo TSJ que garantice una justicia justa y deje de operar como brazo político del partido de gobierno; se podrían diseñar leyes para frenar la regaladera de millones de dólares a otros países, como por ejemplo la Ley propuesta por Primero Justicia la “Ley Candado” para impedirle al gobierno que desvíe los recursos de Venezuela a otras naciones;  de igual modo, con una mayoría calificada en la AN podríamos materializar la propuesta de Henrique Capriles que consistía en brindar los cesta tickets a los pensionados, ya que el gobierno al día de hoy ha bloqueado todos los intentos de aprobación de ésta ley; y quizás lo más importante para la estabilidad y la paz de Venezuela, si ganamos la AN de manera abrumadora podremos cambiar al CNE actual que tiene los rectores vencidos, y colocar a unos nuevos rectores imparciales que le puedan brindar la transparencia y confianza suficiente al pueblo venezolano, para accionar los mecanismos constitucionales pertinentes y así alcanzar el anhelado cambio. Así que el camino es claro, salgamos todos juntos a convencer a los no convencidos y juntos construyamos esa esperanza de cambio  y de un mejor futuro.