Ismael García: Corrupción se tragó la revolución roja


Caracas, 17 de julio de 2014.- Todos los ejemplos de revolución y socialismo en el mundo han fracasado en el tiempo, porque una minoría que representa la cúpula, se hacen de grandes privilegios del mundo capitalista a través de la corrupción, mientras la gran mayoría de esos pueblos, son condenados a vivir en la miseria y el olvido. Es decir, han sido revoluciones entre comillas, revolucionarios de salón y del confort, porque no han logrado ejecutar verdaderas obras que revolucionen al ser humano en su conjunto, ni siquiera han satisfecho las necesidades básicas de la gente y los han condenado al atraso y a la manipulación.

Esas revoluciones que se han instalado durante mucho tiempo como es el caso de la Unión Soviética, allí una cúpula tenían acceso a todos los privilegios del mundo capitalista, los mejores lujos, las mejores joyas; la de Gadafi que tenía piscinas con pasamanos de oro dentro de su casa y que se habla de una fortuna  de más de cuarenta y cinco mil millones de dólares que fue amasando producto de la corrupción y de someter a ese país por más de cuarenta años a los crímenes más horrendos pero también a una supuesta revolución, e incluso se exhibía a donde iba como un hombre humilde. No obstante, esto es parte de lo que las revoluciones entre comillas tratan de exhibir ante los ojos de la humanidad, que sus líderes son honestos, y lo más representativo de la moral, de la ética y eso les permite decir que están luchando por los sectores pobres.

Venezuela no es una excepción de ese modelo, solo que aquí lo han hecho más aceleradamente en mayor cuantía y aquí no se trata de un jefe o capo que dirige la revolución, se trata de varios grupos dentro del Gobierno que dirigen la corrupción a través de mafias y carteles. Esta gravedad de lo que aquí acontece, lo hemos venido diciendo, insistiendo y denunciando ante los órganos jurisdiccionales del país. Es decir, se han apropiado de manera obscena y grosera de todo el dinero con el que a estas alturas, se debieron resolver problemas esenciales y estructurales.

Les cito un ejemplo palpable, por donde uno pasa a lo largo y ancho de la geografía nacional, y donde se intentó construir unas viviendas, allí hay un núcleo de corrupción. En el caso de Fuerte Tiuna, están paralizadas más de seis mil unidades de viviendas, mientras tanto y todavía a nivel nacional hay más de treinta mil personas viviendo en refugios. Entonces, que cada vez que hablemos de obras inconclusas, de desidia, de escasez, de desabastecimiento en nuestros hospitales, escuelas, es porque la corrupción se tragó esta mal llamada revolución, y lo peor es que también ha producido un daño irreparable en el proceso de desarrollo de Venezuela.

Sí logramos explicarle bien a los venezolanos que todavía de alguna manera siguen creyendo que en Miraflores y en las instancias de poder hay gente que están trabajando para resolver sus problemas, y les hacemos ver  que eso es una gran estafa, porque esos próceres de la revolución, hoy se exhiben como grandes potentados, viven en palacios en las mejores urbanizaciones, tienen los mejores carros, se dan los mayores placeres y hacen un uso desproporcionado de la ostentosidad porque ya ni siquiera guardan las apariencias. En consecuencia, ya el pueblo llano y sencillo se está dando cuenta que estos señores no son honestos y que no están trabajando por un cambio y por una redención en el país.

Nuestra tarea es emprender una gran cruzada anticorrupción. Tenemos que reclamar no solo en la Asamblea Nacional, sino en los consejos legislativos, los concejos municipales, en las calles, en las comunidades y en todas las instancias necesarias, qué ha pasado con un billón trescientos mil millones de dólares que este gobierno ha dilapidado en los últimos catorce años, producto de la renta petrolera y del pago de los impuestos de los venezolanos, nuestra tarea es exigir al Poder Moral qué ha pasado con los gravísimas denuncias que hemos hecho en materia de corrupción, y aunque no hagan nada y su silencio sea la respuesta, es necesario acumular todas estas denuncias, para cuando transcurra el tiempo y se recupere el Estado de Derecho y la gobernabilidad, sean juzgados y condenados por la justicia venezolana.

Cada vez que nos encontremos con el monstruo de la desidia y el cáncer de la corrupción en nuestras escuelas, hospitales, en los mercados, en las calles y los enfrentemos con un reclamo social,  tengan la plena seguridad que esta revolución entre comillas, que para mi llegó a su final y ya hizo agua, mucho más temprano que tarde este país, terminará de enrumbarse hacia el cambio definitivo.

Es por ello, que una de las tareas más importantes en estos días que están por venir, es una lucha frontal contra la corrupción y además de las exigencias ante los organismos nacionales que son absolutamente cómplices del desastre que pasa por acción u omisión, sino que también esta lucha tiene que darse en los escenarios internacionales, porque el mundo tiene que saber, que en Venezuela una clase política hoy enriquecida y que vive con los mayores privilegios, destruyó el aparato productivo del país en el campo y la ciudad, y hoy destruye la vida de los venezolanos que no tienen acceso ni a los servicios ni a la salud ni a la educación. Esa es a la lucha que yo llamo al pueblo venezolano y redoblarla cada día más, por supuesto, todo en el marco de un proceso de reforzamiento de la unidad democrática de este país que nos permita encontrarnos con sectores hoy desencantados del modelo madurista y que necesitan encontrarse como hermanos entre nosotros para avanzar rápidamente en el cambio y la unidad nacional.

blog comments powered by Disqus