Ismael García: O nos unimos o nos hundimos


Caracas, 10 de julio de 2014.- No se justifica que después que hemos llegado hasta aquí, construyendo una gran fuerza entre todos, en este momento tan trascendental e importante cuando el Gobierno está en uno de sus peores momentos, se impongan las posiciones personales y egoístas que atentan contra la verdadera unidad democrática del país.

En estos momentos cuando tenemos una economía destruida por estos pillos que se hacen llamar los padres de la revolución, en estos momentos cuando estamos quebrados como nación porque se robaron el dinero que les pertenecía a los pobres y al pueblo. Sí, se robaron el dinero que debió servir para construir escuelas, hospitales, para prestar un mejor servicio de salud y de educación, para construir obras importantes para mejorar la calidad de vida de los venezolanos, pero más les importó llenar sus bolsillos de dinero manchado y robado, dicho incluso por altos personeros de ellos mismos, hoy perseguidos y amenazados, solo por confesar una verdad que ya todo el país conoce. Es decir, en el Gobierno operan mafias que se han enriquecido y que utilizaron a Cadivi y el Seniat para tal fin, así como todos los mecanismos del poder y los dineros del Estado.

Estamos ante un gobierno que cada día se deteriora aún más, incluso sectores que votaron por Nicolás Maduro, hoy están descontentos con él por considerarlo una estafa y una burla hacía su Comandante hoy fallecido. Eso no lo digo yo, es lo que uno siente y le dicen en los barrios y sectores populares. Entonces, yo me pregunto qué es más importante en estos momentos, las posiciones personales y acomodaticias o, la construcción de una gran y verdadera unidad.

Sí en algún momento de la historia se requiere una unidad suprema no solo para avanzar, sino para construir el camino democráticamente y producir el gran cambio que Venezuela necesita, este es el momento para eso, para encontrarnos como hermanos y con ese gran propósito que nos une, avanzar y permanecer unidos.

Eso significa que en los próximos días deben promoverse todas las reuniones bilaterales que sean necesarias hasta que se concluya en una gran reunión de trabajo, no solo de partidos políticos únicamente, sino de organizaciones gremiales, sindicales y culturales, entre otras, que quieran un cambio pero no militen en una organización política. Por supuesto, los partidos políticos tenemos la mayor responsabilidad y como tal debemos asumirla, pero tiene que ser una unidad muy grande que se construya en Venezuela, alrededor de un número determinado de puntos y escoger un camino definitivo en el marco de la Constitución Nacional que nos permita acumular la suficiente fuerza para que en el tiempo que está previsto nos permita producir ese cambio, porque los tiempos de Dios son perfectos, y estoy seguro que más temprano que tarde, Venezuela será tierra de progreso y unidad.

Cada quien tendrá que asumir ante la historia sus aciertos y desaciertos individuales o colectivos, pero creo que en este momento, no podemos sentarnos a reclamarnos por unas cosas u otras, debemos reconocer entre nosotros mismos sí lo que hemos hecho ha sido bueno o no, pero lo más importante es, sentarnos a discutir sobre qué base nos unimos.

Tenemos que tomar como ejemplo  la situación interna dantesca y horrible que vive el PSUV y nunca actuar como ellos. No obstante, a través de insultos, agresiones y atropellos pretenden resolver sus pleitos y diferencias. Diosdado Cabello como gran capo y jefe de esas mafias, anda por toda Venezuela amenazando, insultando, pateando y agrediendo. Entonces, no podemos mirarnos en ese espejo, porque hasta ahora ninguno de esos grupos que existen dentro de ese nido de serpientes que llaman partido político, hasta ahora ha presentado una propuesta seria para cambiar al país, y nuestro compromiso histórico es el de enrumbarnos hacia un camino de cambio y de progreso y solo lo podemos lograr con la unidad si no nos hundimos, y lo peor, el país se quedaría sin una esperanza real y tangible en el tiempo, y  condenados al abismo en el que estos ladrones basados en un supuesto socialismo pretenden que sigamos viviendo.

En el PSUV no hacen sino hablar de lealtad y del recuerdo a un legado para manipular a la gran mayoría, pero el tema de la lealtad no se le puede pedir ni a la militancia de ese partido ni al pueblo en general, porque no pueden ser leales a unos mandatos y principios que hoy no existen, simplemente porque a diario la gente tiene que atravesar por esta dramática situación de pobreza y calamidades. Estamos frente a un país totalmente arruinado y arrinconado, mientras hay una clase política enriquecida  la gran mayoría vive en pobreza extrema.

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