Caracas, 04 de julio de 2014.- En los últimos días se ha venido hablando sobre la propuesta de promover una Constituyente como alternativa a la solución de la crisis política e institucional que vive el país; sin lugar a dudas todos los cambios constitucionales que proponen quienes han elevado tal propuesta son novedosos, positivos y deseables para nuestra Venezuela, sin embargo hay que pisar la realidad y no caer en la demagogia y en la presentación de salidas mágicas que solo generan frustraciones cuando éstas la final no se concretan.

Ahora, hablando en el ámbito terrenal y la viabilidad preguntamos lo siguiente: ¿Quiénes exaltan la Constituyente sabrán que hay que recoger casi 3 millones de firmas? ¿Sabrán el peligro que representa la recolección de firmas para nuestro pueblo, luego de haber transitado el episodio de la “Lista Tascón”? ¿Sabrán que para ir a una Constituyente, seguirían en el poder durante ese período Nicolás Maduro, Tibisay Lucena (CNE), Diosdado Cabello (AN) y la misma Fiscal General de la República? ¿Con esos mismos personajes en el poder hay garantías claras de transparencia ante riesgosa propuesta?

Un inciso antes de seguir con las interrogantes, quienes participan en una Asamblea Constituyente son los constituyentistas, que a su vez son electos en primera instancia a través de los circuitos electorales iguales que el de los diputados a la Asamblea Nacional, por lo que podemos recordar que en el año 2010 la oposición con 52% de los votos sacó menor cantidad de escaños en la AN, debido a la modificación previa de los circuitos.

Ahora bien, en una elección de tal envergadura y en un escenario donde el gobierno se sienta perdido ¿qué le impediría que no modifique nuevamente los circuitos y así salir favorecidos con mayor cantidad de constituyentistas pro gobierno? el resultado sería que el gobierno podría diseñar una constitución hecha a su medida, como poner por ejemplo que el presidente actual eleve su período presidencial a 12, 14, 15 o 16 años, eso es una posibilidad, incluso podrían legalizar solo un partido político al estilo cubano, y así muchas cosas más que serían el colmo de lo negativo para el país.

Otra cosa, están claros los proponentes de la Constituyentes que si bien el gobierno está en su peor momento, la  oposición no está en su mejor momento debido a divisiones internas, productos de ataques inclementes a su mayor líder Henrique Capriles de parte de adversarios internos que quieren jugar posición adelantada y jugar a elecciones presidenciales a destiempo.

Entonces nos preguntamos ¿Es responsable llevar a nuestro pueblo a la encrucijada de las firmas? ¿Es responsable para con el país, tomar el riesgo que si se llegase a perder esa elección entregar Venezuela y nuestro futuro como un cheque en blanco a quienes hoy nos gobiernan? Ustedes pueden sacar sus propias conclusiones.

Capriles ha dicho en varias oportunidades que él no está dispuesto colocar como carne de cañón a nadie, por eso con los estudiantes su apoyo ha sido a las manifestaciones pacíficas, y por tal sensatez y responsabilidad ha recibido el apoyo de la dirección estudiantil nacional de la UCV, UCAB, Universidad Simón Bolívar, Universidad Monte Ávila y otras más. Capriles mencionó que cualquier propuesta constitucional sería viable luego de una renovación de poderes, lo cual es muy obvio, ya que en una renovación de autoridades del CNE estaría la estabilidad de Venezuela ante cualquier escenario electoral.

En tal sentido, nuestras energías deben dirigirse a promover la renovación de poderes para después ir o pensar en cualquier otra alternativa, con unos nuevos poderes autónomos  e independientes sí se podrían realizar cambios constitucionales vía enmienda ó reforma sin necesidad de tomar un riesgo tan grande para el país. Por último, les recuerdo que para ganar desde la oposición eventos electorales hay que estar unidos, cuestión que quienes han  promovido salidas mágicas parecen haberlo olvidado, necesitamos sentido de la responsabilidad histórica que demanda hoy el país.