Juan Carlos Caldera: Crítica Vs Traición


Caracas, 03 de julio de 2014.- Desde el oficialismo siempre escuchamos una y mil veces que existen dos modelos: el capitalismo, que según ellos lo representamos la alternativa democrática y el socialismo que es, a su decir, la panacea del siglo XXI, pero como la verdad es terca, nuestro pueblo hoy está convencido que la alternativa democrática propone una economía productiva, solidaria y progresista y que el modelo económico que hoy está en curso en Venezuela es una acumulación de políticas fracasadas y errores que lamentablemente nos llevan a ocupar los primeros lugares de inflación, desabastecimiento y al aumento en el último año de la pobreza en nuestro pueblo más humilde.

Ahora bien, con ocasión de la controversia publica que el país ha estado presenciando a raíz de la crítica iniciada por el exministro Giordani al manejo, que según él dice, ha dado a la política económica el presidente Maduro y las sucesivas voces de apoyo que se han sumado a ese critica si podemos decir que existen dos modelos claramente distintos de como procesar nuestras diferencias y críticas.

Desde las filas del oficialismo a la crítica se le llama traición o deslealtad, al que critica se le califica de desleal, trasnochado o agente infiltrado del imperio, desde el oficialismo la crítica pública no se procesa, no se discute, simplemente se niega, desde el oficialismo puedes en menos de 24 horas pasar de ser un súper ministro, revolucionario a toda prueba, digno heredero del legado del Comandante a ser un ministro fracasado, lacayo del imperio o representante de la izquierda trasnochada, solo por criticar públicamente.

Desde la alternativa democrática la crítica pública es el quehacer diario en el oficio político, la diferencia es una oportunidad para un esfuerzo superior en el fortalecimiento de la unidad, para nadie es un secreto que continuamente, seguramente más de los que nos gustaría, los distintos factores de la unidad protagonizamos situaciones de críticas unas más subidas de tonos que otras pero siempre respetando el derecho que tiene el otro de pensar distinto y sobre todo haciendo como lo dije anteriormente un esfuerzo superior por encontrar un punto común más allá de las diferencias planteadas.

Sin duda hay dos modelos claramente antagónicos de cómo asumir la crítica. El nuestro inspirado en el compromiso democrático que conlleva hacer uso del diálogo, tolerancia, respeto al otro y a su derecho de disentir y el modelo del oficialismo basado en el autoritarismo, intolerancia y arrogancia del poder que parte de la equivocada premisa de que la verdad es monopolio exclusivo de quien tiene el poder.

Allí están los dos modelos crítica vs traición, como decía Oscar Yánez: ¡Así son las cosas!

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