Caracas, 26 de junio de 2014.- Innumerables han sido las críticas, opiniones y debates que ha generado la carta pública del ex ministro de Planificación, Jorge Giordani, reflexionando sobre los errores cometidos por el Gobierno Nacional y la actual situación de crisis que padecen los venezolanos.

En las filas del chavismo el debate no va al fondo del asunto, sino que se mantiene en la superficialidad de si Giordani ¿traicionó o no a la revolución? al hacer públicos sus desacuerdos con el actual régimen de gobierno.

Giordani en su larga misiva trata de lavarse las manos de la crisis que padece el país, como Poncio Pilatos, dice que el “advirtió” en varios documentos la necesidad de realizar ajustes a las políticas económicas del país.

En su afán por deslastrarse del desastre, Giordani nos confiesa a los venezolanos y deja en evidencia ante el mundo, que ante la necesidad de ganar los diversos procesos electorales, sobre todo el de octubre de 2012, se dilapidaron los recursos del Estado para “construir un liderazgo político colectivo para hacerle frente a la relativa ausencia del Presidente Chávez.

Giordani es claro al confesar que “el desconocimiento del hecho económico sobrepuesto a la voluntad política, las decisiones inconsultas con el equipo económico financiero que tendían a crear un nuevo estilo de gobierno”.

El gran ministro Giordani confiesa así que la dilapidación de los recursos del Estado y la grave crisis económica son consecuencia de medidas adoptadas para “ganar elecciones” en detrimento de la economía nacional. “Se tomaban decisiones de gasto público ajenas a un control presupuestario. Cuestiones estas que fueron agravando la situación financiera del país”, apuntó.

De una carta bastante larga y con no pocas "validaciones" de lo que todos sabíamos, quizás lo mas escalofriante es que este gobierno (Giordani incluido) fue capaz de matar de hambre al pueblo con tal de mantenerse enchufados en el poder, estos sujetos nos pusieron a parir por sus ambiciones personales, pareciera entonces que 14 años de corrupción y miles de millones de dólares robados (según ellos mismos) no eran suficiente. Hoy, cada venezolano quesufre y padece en las largas colas para poder comprarle comida a su familia, tiene que saber que esto es gracias a un grupito que quebró el país con tal de seguir enchufado.

El director de la orquesta que durante 15 años planificó este “Socialismo del Siglo XXI”, también se debate entre acusaciones y medias verdades, habla de la corrupción en Cadivi y el Sitme, pero vuelve a dejar en el vacío sus palabras al no presentar ni una prueba o al menos algún nombre de las llamadas empresas de maletín que despilfarraron los inmensos recursos del Estado llenando de dólares los bolsillos de algún nuevo burgués bolivariano.

Giordani nos deja entrever que esa no era su responsabilidad, pero la noción de la corresponsabilidad; tantas veces proclamada por Chávez, nos dice que las acciones del exministro no fueron cónsonas con su responsabilidad y que desde su privilegiada posición debió trabajar para corregir y denunciar estos hechos y poniendo tras las rejas a sus responsables. Por el contrario, sus medias verdades y medias acusaciones dejan al país en la indefensión, mientras que los venezolanos tenemos que seguir padeciendo los embates de una crisis económica generada por los grandes corruptos.

Los venezolanos no merecemos una dirigencia corrupta e ineficiente, no merecemos una dirección incapaz de generar estrategias para sacar al país adelante, no merecemos convivir con una inflación galopante, que se come día a día el salario de los más necesitados, mientras que un puñado de “dirigentes” llena sus bolsillos con los recursos que el Estado debería poner a trabajar para resolver los problemas de la comunidad.

El camino para el cambio está, y los venezolanos debemos recorrerlo juntos, fortalecidos en la unidad y con la mirada firme y decidida. Los venezolanos queremos una nueva Venezuela de esperanza y de progreso, donde todos tengamos la oportunidad de crecer y desarrollar nuestro potencial, un país con un gobierno transparente y eficiente. Sigamos adelante luchando por el cambio.