Caracas, 21 de junio de 2014.- En esta Venezuela actual no debería extrañarnos las jugarretas del régimen para imponer sus dictados a través de todos los órganos del Estado, sin escrúpulos ni disimulo; pero, no deja de sorprendernos el descaro con el que actúa para lograr sus objetivos;  y por eso, de entrada, nos preguntamos ¿será esa otra de las razones por la que se habla hoy en el país de dictadura?

Como es conocido, a la cadena de atropellos y abusos contra los derechos y la dignidad humana  se suma el nuevo eslabón, representado esta vez en el proceso contra el líder de la oposición antichavista en el estado Aragua, Richard Mardo, sometido hoy a otro de los irregulares juicios con la manipulada decisión de un  poder judicial  a la orden del heredero del trono venezolano, después de un año de ser convertido en víctima de la ira de un régimen que, en contraste con su incapacidad para gobernar con elemental raciocinio, exhibe una sorprendente habilidad para imponer la maldad como método de mando.

Y decimos antichavista porque, como lo ha admitido en su oportuna carta el propio Giordani,  hoy ex figura clave del régimen, no existe madurismo pese a la realá que gasta el régimen para presentar un presunto líder al que en lo interno de su partido rechazan por inodoro, incoloro y carecer de brillo propio.

No les ha bastado con despojarlo de su impunidad parlamentaria y ser sometido al escarnio público por el propio Presidente, quien lo acusó de “jefe de los mafiosos de derecha”, para ser hoy después de un año, citado por la Fiscalía en calidad de imputado en un juicio, como el montado a distintos líderes de la oposición, carente de base y argumentación jurídica convincente. Es suficiente el dedo acusador del hoy usufructuario del poder de la nación, para condenarlo sin juicio. Y ese es el proceso del cual, en esta nueva oportunidad, es víctima Richard Mardo.

Con un expediente lleno de inconsistencias, se pretende detener la marcha arrolladora de este dirigente de Primero Justicia, a quien los sectores populares del estado Aragua siguen con aprecio, porque es lo que se ha ganado con su liderazgo local y su trabajo.

No hay que hacer un mayor ejercicio mental para entender la jugada: están a la vuelta de año y medio las elecciones para la escogencia de los miembros de la nueva Asamblea Legislativa, y tal vez como nunca las posibilidades de un triunfo están muy alejadas de quienes hoy controlan todos los poderes del Estado.

Y acostumbrados como estamos a contemplar las marramucias orquestadas por los distintos representantes de ese poder omnímodo y avasallante que lo controla y manipula todo en el país, entendemos que nos encontramos ante una nueva arremetida gubernamental, encaminada a cerrarle el paso y si fuese posible eliminar cualquier posibilidad de liderazgo antichavista, por el peligro que representa para esta gente una dirigencia fundamentada en los principios democráticos que profesa esta gran porción de venezolanos que cerramos fila en la oposición.

Por ello, nuestro llamado a quienes en el país rechazan estos métodos de corte dictatorial, a defender el derecho de los venezolanos al disfrute de las garantías constitucionales conquistas por el pueblo a lo largo de su larga historia de luchas civiles.