Caraas, 20 de junio de 2014.- Sí. Así parece estar el Gobierno. ¿Ha notado usted que el Gobierno y sus voceros hayan tomado alguna decisión que nos lleve a superar esta crisis que vivimos? 
No. Por el contrario, los hemos visto repitiendo discursos desgastados, inventando culpables, creando conceptos tan absurdos como el de la guerra económica buscando evadir responsabilidades; hemos visto más persecución y señalamientos, más descalificaciones e insultos, más reciclaje de ministros y menos respuestas. No gobiernan, porque no se ha dado respuesta a nada, pues ni el gobierno de calle y el show de TV lo han retomado.

Y el país continúa transitando por la senda por la que lo ha llevado una larga lista de decisiones equivocadas. Vamos, día a día, viendo cómo el deterioro del país se hace evidente y temiendo que su recuperación nos lleve mucho tiempo. Cada semana nos damos cuenta de que nuestra moneda compra menos que la semana anterior. Cada ida al mercado o cada noticia que leemos nos hace pensar que algo no está bien aquí. Vemos cómo conseguir una medicina resulta hasta más traumático que una enfermedad. Cada día nos convencemos de que son muchas cosas que se están haciendo mal, y nos preguntamos: ¿qué está pasando? 

¿Dónde están los responsables de este desastre? ¿Qué se está haciendo para intentar solucionar una crisis que el propio Gobierno generó? ¿Cuánto más puede aguantar un país? 

El Gobierno luce entrampado en su radicalismo, su sesgo ideológico, la deuda con todos los sectores y una supuesta unidad interna. Todo esto parece impedirle decidir, y darle respuesta de una vez por todas a los venezolanos, a todos sus problemas. 

Mientras, seguimos recibiendo todos los meses una cifra de inflación que cada vez está más cerca a 10%, somos testigos de una deprimente y triste situación en los hospitales de todo el país, una alarmante cifra de asesinatos (ahora sumándole los sicariatos), un desánimo que golpea hasta al más optimista, y escucha y es testigo de cómo la corrupción ha llegado a todos los niveles sin que se condene a nadie. 

Merecemos mucho más que esto. Merecemos tener respuestas claras sobre qué está pasando y cómo superamos esta crisis. Merecemos tener un gobierno que asuma responsabilidades y olvide las excusas.