Brian Fincheltub: Golazo al bolsillo


Caracas, 14 de junio de 2014.- Dos meses esperó el Banco Central de Venezuela para relevar las cifras de inflación de abril y mayo. Pero no piensen mal, no fue por ineficientes o porque querían ocultar las cifras, todo estaba milimétricamente cronometrado. El directorio del BCV quería que el anuncio coincidiera con el inicio del mundial ¿Por qué? No sigan inventando, la intención no era distraer, sino ambientar el 60% de inflación venezolana con un partido de futbol: Tremendo golazo al bolsillo.

Venezuela levanta la Copa Mundial por tener la inflación más alta del mundo, dejando botados a sus competidores: Sudán, Irán y Argentina. Tremendo logro del gabinete económico de Nicolás Maduro y el socialismo del siglo XXI. Deberíamos estar orgullosos que Caracas sea más cara que la Rio mundialista, que un pasaje a Venezuela salga más caro que viajar a Nueva York. Estamos superando a los grandes del mundo y eso se lo debemos a la llamada “revolución”, donde lo “extraordinario se hace cotidiano”.

Lo más tragicómico de la política económica endógena es que prácticamente todos los productos tienen control de precios, que el Instituto Nacional de Estadística modificó los parámetros del Índice de Precios al Consumidor para incluir la red de alimentos del Estado en la medición, que hay una supuesta guerra contra los empresarios y aun así tenemos una inflación astronómica de 60%.

Inflación, escasez y desempleo es pobreza. No hay correctivos que hagan pensar que la inflación vaya a disminuir en los próximos meses, todo lo contrario, el segundo semestre del año es donde más sube debido al pago de utilidades y aumento de precios por la época decembrina. Fácilmente podemos superar el 70% y eso pega duro en el bolsillo.

La revolución avanza a pasos empobrecedores y con ella queda una estela de destrucción, miseria y desesperanza. Crece la desesperación en las colas de los mercados, crecen los que dejan cada vez más productos en el carrito. Lo diferente con años recientes es que ahora la gente no solo no encontrará lo que busca, sino que sus ingresos no le darán para comprarlo. Algo que pasa mucho en zonas rurales, llegó la harina por fin, pero no tengo para comprarla hoy.

Hay mucha gente del chavismo que se está dando cuenta de lo que está pasando. Aunque el BCV no revele las cifras, la inflación se siente en el mercado, los precios varían semanalmente, el billete de mayor denominación pronto no alcanzará ni para una empanada. Ustedes en el gobierno pueden seguir escurriendo el bulto, pueden seguir hablando de guerra económica, de las llamadas guarimbas, del imperio, pero no creo el pueblo esté dispuesto a comer solo cuentos.

Esperemos con que otro anuncio nos sorprende el gobierno durante el mundial, seguro en la final se lanzan el aumento de la gasolina o algo así. Sobre las próximas cifras de la inflación quizás tengamos que esperar los Juegos Olímpicos de Rio 2016 o tal vez el próximo mundial Rusia 2018. Pero como dice el lema del BCV “como vaya viniendo, vamos viendo”.

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