Juan José Moreno: Política salarial o el juego del "palo enceba´o"


Caracas, 03 de mayo de 2014.- Cuando tratamos de entender y definir lo que es y ha sido la política del régimen que soportamos desde hace 15 años, lo primero que nos viene a la mente es la figura del “palo encebado”, ese juego tradicional que aún sobrevive en las fiestas patronales y en algunas otras festividades populares, que tiene por objeto trepar un  tronco liso de árbol o un poste, suficientemente resbaladizo para alcanzar el premio que se ofrece en el copo.

A ese juego ha tenido que atenerse la inmensa mayoría de la población,a un proceso de reducción de su capacidad adquisitiva, especialmente originado por las erradas políticas económicas, las cuales, además de eliminar la producción de bienes  y estimular el ocio, colocan al venezolano ante la necesidad de adquirir los productos que requiere para su propia subsistencia, elaborados o fabricados en otros países, a precios cada vez más inaccesibles.

Es por esa razón que a cada momento, ese premio que constituiría adquirir los productos básicos, se aleja más; y cuando llegan los fulanos aumentos que se anuncian especialmente desde Mayo, ya ese premio está formando parte de una ilusión del pasado, es decir volvemos hacia abajo en ese palo encebado que, como afirmamos, es la mejor representación que encontramos de la política salarial de la llamada revolución.

Ya lo repiten los economistas, una inflación de un 6% por ciento o más que soportamos en solo un mes, representa la inflación anual de cualquier nación,  para cuyos ciudadanos, resulta  intolerable. Y los pronósticos de instituciones y personalidades del país  que analizan seriamente el problema, es que este año podríamos estar cerrando  con una inflación del 70 por ciento o más. El propio Banco Central de Venezuela admite que las cosas no andan bien, pero como todos los entes que ya forman parte de la hegemonía gubernamental, aunque  sigan autodenominándose “autónomos”, nos sigue repitiendo el estribillo de la “coyuntura económica del actual momento”, olvidando que son ya tres lustros de presunta coyuntura pasajera.

También en la onda de estos juegos, podemos circunscribir otros escarceos  de anuncios y ensayos que conforman la cantinflérica política económica,  supuestamente llamada a favorecer a las clases de menores recursos. Recordemos toda la cantidad de inventos, como la cédula del buen vivir y la tarjeta electrónica para la adquisición de alimentos. Como diría el cantante “todo se derrumbó”, o como diríamos haciendo uso del refranero popular “vamos palo abajo”

Pero lo más triste de todo es que exista una porción de  venezolanos,  integrantes de uno de esos  dos  toletes en los que nos encontramos divididos, que no asuma una contundente respuesta ante toda esta situación que los afecta de una manera más directa. Resulta inconcebible, muy difícil de entender, cómo una oportunidad, por ejemplo, la que tuvieron el pasado primero de Mayo para expresar preocupación por la situación real de salario y la capacidad de adquirir con él todo lo que necesitan, se pierda con una participación marchista en la que solo se limitan a expresar su respaldo al gobierno y dar por sentada ese propaganda que ridículamente pregona sus voceros de que todo está perfecto.

De verdad, que no puedo entender, ni el juego del régimen  ni el encantamiento de quienes con los bolsillos y  la bolsa de mercado vacios, se atreven a repetir que este gobierno es chévere.

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